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San Fernando

Ganas de Lunes Santo en San Fernando

Salida de la hermandad del Ecce Homo en San Fernando / D.C. (San Fernando)

Ya tocaba, desde luego. Después de que la lluvia malograra y frustrara el regreso del Lunes Santo en esa reconquista cofrade de las calles que fue la Semana Santa del año pasado era un derecho ganado a pulso. Porque había que remontarse atrás en el tiempo hasta el Lunes de 2019 para ver esa salida monumental de Afligidos, ese misterio del Ecce Homo comiéndose la plaza de la Pastora o el sol reflejándose en el dorado del paso del Cautivo de Medinacelli. Y eso era mucho tiempo. Demasiado ya. Exactamente, 1.449 días sin esa gloria del Lunes Santo, la jornada de la Semana Santa isleña con más fama, el antaño adorado Lunes de Oro.

Así que sin duda el pedazo de día que disfrutan las tres hermandades del día -y que compartieron con La Isla- era ya de justicia. La tarde ha sido un reencuentro en toda regla con la mejor cara de la Semana Santa isleña. Una jornada que ha continuado la buena racha del Domingo de Ramos -la noche fue una exageración que sus cofradías supieron aprovechar bien- para afianzar ese buen pie con el que ha empezado todo esta vez. Mucho sol, temperaturas casi veraniegas, mucha gente en la calle… Lo mejor que se puede desear una cofradía para vivir su gran día en plenitud.

Eso sí, la cosa no ha estado ajena a incidencias. Un error en la señalización previa de las calles ha obligado a Afligidos y a Ecce Homo a modificar su recorrido por Cayetano del Toro dado que había vehículos estacionados. Así que el itinerario de ambas hermandades se ha reconducido por General Serrano y Las Cortes hasta llegar a la calle 24 de Septiembre, desde donde seguirán según lo previsto

Y de que había ganas -muchas- de Lunes Santo no quedó ninguna duda. A media tarde, que es la hora clave de la jornada más o menos cuando Jesús de Medinaceli asoma a la plaza de la Iglesia y el Romano se pone en carrera, el centro bullía de gente en torno a los palcos de esa nueva Carrera Oficial de la Semana Santa.

Super Ommnia... Afligidos

La crónica de ese Lunes rescatado para mayor gloria de La Isla ha empezado, cómo no, en el barrio del Cristo con su hermandad de los Afligidos poco después de las seis de la tarde. Hay que reconocer que ese momento, a pesar de que todavía la jornada se está desperezándose, siempre conmueve. Y eso que uno sabe bien de antemano qué se va a encontrar.

La gran puesta en escena que en su conjunto la cofradía de los Estudiantes brinda en la calle -ese mensaje evangélico que la hermandad dice que quiere transmitir- nunca defrauda y marca el rumbo de una prometedora tarde que arrancó allí, en la plaza Madre Teresa de Calcuta, a los sones de la marcha Amarguras. ¡Cómo iba a ser si no!

En Afligidos es todo. El cortejo, las insignias, los detalles, la túnica romántica de los nazarenos… Ese lemea de Super Omnia Christus que este Lunes Santo se ha vuelto a materializarse en forma de cofradía. Y también, claro, el misterio de Lastrucci sobre el paso con mayúsculas. Esas andas de Antonio Martín doradas por Manuel Calvo avanzando siempre, aunque lenta y pausadamente, con la armonía que concenden a los andares las marchas sobrias.

Este año, curiosamente, se han cumplido también 30 años del estreno de la primera fase de un paso que supuso un punto de inflexión por aquello de que abrió la puerta a muchos otros que vinieron luego para renovar, mejorar y aumentar el patrimonio cofrade de La Isla.

Y, por supuesto, los bordados de Francisco Carrera Iglesias 'Paquili', que dan al conjunto del misterio ese aire tan clásico y que este año se han completado con los mantolines de las santas mujeres.

Y Pilatos en la Pastora 

También eran evidentes las ganas de Lunes Santo que se respiraban en ese otro barrio hermano del Cristo que es la Pastora, donde la hermandad del Ecce Homo y el gran paso de misterio de la tarde han emprendido su recorrido a las siete de la tarde al abrigo de una plaza de la Pastora en plena ebullición y ansiosa de ver a una de las cofradías con más tirón.

Desde luego se añoraban y se echaba en falta esa imagen tan típica de la jornada que brindan las características capas rojas de los hermanos que marchan con 'el Romano' (ayer luciendo sus nuevos escudos bordados, por cierto) avanzando hacia las curvas de Capitanía. Hay cosas que ni cambian ni tienen que cambiar en la Semana Santa isleña.

Y se estrenaba también al fin bajo los pasos de la hermandad -el Ecce Homo y la Salud- la cuadrilla de cargadores de José Luis Alvarado después de varios años a la espera. El misterio lo ha hecho a los sones de Presentado a Sevilla que ha sonado cuando el paso todavía estaba dentro del templo. Otra marcha imprescindible del Lunes Santo que a esta hermandad le sienta como un guante. En la plaza ha sido la marcha He aquí el hombre, dedicada a la cofradía, la que ha que desatado los aplausos del público mientras el misterio revelaba todo su poderío. 

Lo cierto es que el ambiente que se ha respirado en la Pastora era más de Lunes Santo que nunca desde primeras horas de la mañana, cuando los hermanos han acudido a la misa preparatoria de una salida que se había esperado desde 2019. 

Ese clima alegre, festivo y cofrade ha arropado a la hermandad en un recorrido que ha estado lleno de detalles: el lazo con el lema de la Hermana Cristina -Orar, Callar y Sufrir- colgado de la peculiar cruz de guía de la hermandad, las marchas de la agrupación San Juan de Jerez que han vuelto a sonar detrás del misterio, las flores del elegante palio de la Salud…

Medinaceli y sus carismas 

A la vez, en la plaza de la Iglesia se ha recuperado otro gran momento de ese añorado Lunes de siempre cuando el paso del Cautivo -espectacular ya con el dorado de la talla completamente terminado- se ha asomado a la rampa de la iglesia mayor sobre un monte de lirios para dejarse acariciar por el sol de la tarde y volver a mostrar a La Isla esa estampa sedente de Jesús Cautivo con su larga túnica bordada.

Bajo la cola, precisamente, van las peticiones escritas que sus fieles han ido dejando cada viernes de Medinaceli y durante los cultos cuaresmales.

Y detrás, la larga penitencia que desde siempre acompaña al Cautivo. Dos detalles que de por sí resumen parte del carisma de la archicofradía y que dan buena cuenta de una devoción que se mantiene incólume aunque pasen los años, aunque hicieran casi cuatro ya que no pisaba la calle esta hermandad.

A los sones de las cornetas de la banda de cornetas y tambores Santísimo Cristo de la Columna 'Los Coloraos' de Daimiel -se ha estrenado en la calle la marcha Medinaceli… mi devoción, compuesta por Manuel A. González Cruz para el 75 aniversario de la corporación- y ese paso lento y pausado que marca su redoble, la cuadrilla de la JCC se ha adentrado enseguida en Carrera Oficial. Ha sido la primera de la jornada en hacerlo.

Pero, como no podía ser de otra manera, también ha estado muy presente en la salida ese otro sello de identidad de la hermandad, ese otro carisma, que es la donación de órganos, causa que la hermandad ha hecho suya a través de la campaña Lágrimas de Vida y que ha llevado a sus titulares a ser los Patronos de los donantes desde hace ya diez años, aniversario que celebra a lo largo de todo este año con distintos actos.

A ellos, a los donantes y a las numerosas hermandades que se han sumado a la iniciativa Lágrimas de Vida, se ha dedicado esta salida tan especial de Medinaceli. Los simbólicos cirios de una campaña que no deja de ganar adeptos se han encendidos en ambos pasos antes de salir por personal coordinador de trasplantes de Cádiz y miembros de asociaciones de donantes y trasplantados.

Y es que el Lunes no es solo una de las jornadas más grandes de la Semana Santa isleña por fuera, en la calle, sino también por dentro.

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