La Flampa, la Federación Local de Ampas, lleva semanas esperando sin resultado una reunión con el nuevo delegado territorial de Educación, Miguel Andreu Estaun (Cs) para abordar el drástico recorte de plazas que se ha planteado para los colegios públicos en la campaña de escolarización que se lleva a cabo con vistas al próximo curso escolar.

Superado ya el ecuador del mes de marzo –que es el periodo fijado para la presentación de solicitudes para Infantil de tres años– el colectivo sigue sin tener fecha para este encuentro que se solicitó prácticamente en el mismo momento de su nombramiento por parte del nuevo gobierno andaluz habida cuenta de la preocupación existente en la comunidad educativa ante la eliminación de 125 plazas –cinco unidades– que afectará de lleno a los colegios públicos Constitución, Erytheia, Reina de la Paz, Almirante Laulhé y Juan Díaz de Solís.

La medida se lleva a cabo aludiendo a la necesidad de ajustar el mapa educativo al menor número de niños que hay por el acusado descenso de la natalidad, si bien en la comunidad educativa ha sorprendido el elevado número de plazas que se piensa recortar y el hecho de que, entre los centros afectados, se incluyan algunos de los colegios más demandados.

Desde la Flampa, como recuerda su coordinadora, Lucía Gómez, se ha planteado a Educación el descenso de la ratio para evitar recortes. Pero el colectivo lamenta que todavía no haya tenido oportunidad de trasladar personalmente al nuevo responsable provincial sus demandas a pesar de que la campaña de escolarización ya está muy avanzada.

Hay, además, un nuevo problema sobre la mesa. Y mucho más sensible. Según la Flampa, la previsión que ha hecho Educación para el alumnado con necesidades educativas especiales es muy inferior a la propuesta del EOE (equipo de orientación educativa): "16 plazas para una previsión de 50 niños". "Y hablamos de alumnos que necesitan un monitor de apoyo y de unas necesidades educativas especiales", apuntan.