San Fernando

Costas ultima el proyecto para recuperar las baterías de la Punta del Boquerón

  • La actuación, incluida en el Plan Bahía, podría adjudicarse en el próximo otoño · El proyecto para la rehabilitación de las baterías de San Genís y de Urrutia depende ahora de su aprobación económica

La recuperación de las históricas baterías defensivas de San Genís y de Urrutia, que se encuentran situadas en la Punta del Boquerón, en la playa de Camposoto, podría comenzar antes de que acabe el año.

La Demarcación de Costas prevé adjudicar el proyecto -incluido en el conjunto de actuaciones que recoge el Plan Bahía- en el próximo otoño. Ayer, de hecho, el Boletín Oficial del Estado publicó la resolución de la Secretaría de Estado de Cambio Climático por la que se adopta la decisión de no someter a evaluación de impacto ambiental el proyecto, consistente principalmente en la recuperación de las fortificaciones y la consolidación de las estructuras, gravemente afectadas por el paso de los años y por los efectos del mar y de la arena.

El proyecto depende ahora tan sólo de su aprobación económica dentro del Plan Bahía -diseñado por el Ministerio de Medio Ambiente- para continuar con las siguientes fases administrativas, su licitación y posterior adjudicación.

Las baterías de San Genís y de Urrutia serán junto al Sitio Histórico del Puente Zuazo las primeras fortificaciones históricas de la ciudad en ser recuperadas, las primeras actuaciones del plan Almenasur -diseñado por el Ayuntamiento para la recuperación de la red de fortificaciones costeras que rodea la ciudad- que se convertirán en realidad.

La primera fase de Almenasur -el plan integral se terminó de perfilar en 2004- se centra en la recuperación del Puente Zuazo y de las baterías defensivas del entorno, que ahora, con vistas al Bicentenario de Las Cortes que la ciudad conmemorará en 2010, será rehabilitado por el Ministerio de Fomento. Las obras, de hecho, están sólo pendientes de licitación.

Las baterías de San Genís y de Urrutia -cuyo nombre original fue el de la batería de la Barca de Sancti Petri o de Blake- se incluyen sin embargo en la segunda fase de este plan estratégico, junto con el resto de fortificaciones que se encuentran diseminadas por todo el caño de Sancti Petri y en el interior del Arsenal de La Carraca. En esta ocasión, ha sido el Ministerio de Medio Ambiente a través de la Dirección General de Costas la que ha impulsado la recuperación de estas antiguas fortificaciones, claves en la defensa de la ciudad durante la guerra napoleónica al incluirlas entre las actuaciones del denominado Plan Bahía.

Hasta ahora, la falta de recursos -la segunda fase de Almenasur está presupuestada en seis millones de euros- ha sido la causa principal por la que el Ayuntamiento, a pesar de haber elaborado el plan integral para la recuperación de fortificaciones costeras, no ha podido afrontar su puesta a punto. Y eso que la batería de Urrutia, situada en la Punta del Boquerón, constituye tras el Sitio del Puente Zuazo una de las fortificaciones más conocidas de la ciudad. De hecho, la mayoría de las que recoge el proyecto Almenasur en su segunda fase son completamente desconocidas para los propios ciudadanos: las baterías de Aspiroz, San Melitón de la Calavera, San José de Bausel, Gallineras Baja y Alta, de los Ángeles, San Judas y San Pedro y la recuperación de los perfiles de los reductos ingleses -baterías de tierra- números 7, 9 y 10.

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