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Bicentenario de las cortes La celebración del primer centenario en la ciudad

Las Cortes, hace 98 años

  • La Isla vivió intensamente el primer centenario del 24 de Septiembre de 1810, pero la efeméride cayó en el olvido hasta que el Ayuntamiento la rescató hace una década

Hace tan sólo 98 años La Isla celebró el primer centenario de Las Cortes en un ambiente de júbilo y fiesta. La celebración contó con el respaldo de las principales autoridades de la época. Hubo actos institucionales, multitudinarias ceremonias religiosas, desfiles militares, conciertos... De las crónicas históricas se desprende todo un rosario de similitudes con los acontecimientos actuales -hasta las quejas del Ayuntamiento isleño al Gobierno por las escasas inversiones destinadas al municipio o la rivalidad de los cañaíllas con los actos organizados en la capital gaditana, que también entonces celebró el primer centenario de La Pepa- que no deja de sorprender.

Pero lo más curioso, lo más llamativo de este primer centenario es lo rápido que cayó en el olvido a pesar de la intensidad con que fue vivido por los ciudadanos. Tanto es así que, hace apenas una década, cuando el Ayuntamiento empezó a pensar -y a trabajar- el Bicentenario de 2010, la mayoría de los isleños desconocía qué significaba la histórica fecha del 24 de Septiembre de 1810, de la que sólo sabía que era poco más que el nombre de una calle.

Y éste, más allá de los actos conmemorativos, de la recuperación del patrimonio y de las infraestructuras que se puedan conseguir, es el objetivo que se persigue desde la Oficina del Bicentenario con la celebración del 2010. Evitar que caiga en el olvido, conseguir que este aniversario, que la conciencia histórica de los isleños sobre la relevancia de los hechos ocurridos en la ciudad durante la Guerra de la Independencia y la celebración de las Cortes de 1810, permanezca en el tiempo, más allá de los actos conmemorativos que, como hace cien años, se celebren con júbilo y en un festivo ambiente .

Así lo entiende el historiador José Quintero, coordinador de la Oficina del Diez, cuyo principal afán es evitar que el 2010, después del 2010, se olvide en La Isla. "Al igual que la gente sabe ya lo que fue el 24 de Septiembre, queremos recuperar nombres como los de Sánchez de la Campa, Argüelles, el duque de Alburquerque o Lázaro Dou".

Pero no sólo eso. El interés histórico fundamental de la efeméride será subrayar y concienciar a los ciudadanos -y no sólo a los isleños- de la enorme importancia que tuvieron los hechos que sucedieron en San Fernando. "Hablamos de división de poderes, de soberanía nacional, de libertad de prensa, de inviolabilidad de los diputados en el ejercicio de su cargo, de la representatividad de la cámara -que entonces era sólo una- y todo eso, que nace aquí en La Isla, es el parlamentarismo moderno, contemporáneo".

Esos argumentos, según José Quintero, justifican de sobra la propuesta para declarar al Teatro de Las Cortes patrimonio de la humanidad. "Esa singularidad no la tiene ningún otro edificio que se sepa", afirma. El problema, sostiene, es la conciencia del isleño, su talante. El mismo que le llevó hace un siglo a olvidar rápidamente estos mismos acontecimientos. "Es necesario que nosotros mismos nos lo creamos y lo defendamos como se defiende una sede olímpica", explicó.

La historia de hoy repite en cierto modo la de hace 98 años, aunque el matiz, esta vez, es bien diferente ya que se persigue desde los inicios de la conmemoración ese afán de perpetuidad en el tiempo. Curiosamente, hace un siglo, también se creó una comisión nacional en la que estaban representados los ayuntamientos de Cádiz y San Fernando y cuya constitución fue publicada en la Gaceta de Madrid (hoy Boletín Oficial del Estado). Hubo desfiles y grandes ceremonias religiosas en la jornada del 24 de Septiembre. Las crónicas hablan de una misa más que multitudinaria que se organizó en lo que hoy es la trasera de la Escuela de Suboficiales y que, con toda probabilidad, contó con un numeroso público que se extendió hasta la zona de la fábrica de San Carlos. Otra ceremonia que se recuerda fue la misa de réquiem que se ofició en la iglesia del Carmen en recuerdo de todos los fallecidos por la causa de 1810 y para la que se instaló un túmulo funerario, una idea que no ha pasado desapercibida para los organizadores del Bicentenario.

En 1910, los comercios de la ciudad competían con los anuncios luminosos más atractivos y festivos, se lanzaron publicaciones -entre ellas, el Diario de San Fernando- que se explayaron en los acontecimientos conmemorativos del 24 de Septiembre. Los actos institucionales -el principal de ellos se celebró, como no podía ser de otra forma, en el Real Teatro de las Cortes tras una procesión cívica que recreó la de 1810- estuvieron presididos por una representación del Congreso, del Senado y del Gobierno del momento que se desplazó hasta La Isla con tal fin. Su llegada en tren a la estación fue todo un acontecimiento e, incluso, el pueblo se lanzó a la calle para dispensarle la bienvenida. A San Fernando también llegó para la ocasión el carruaje de ceremonias del Congreso, todo un símbolo del alto nivel de la conmemoración.

Curiosamente hubo también grandes proyectos para la ciudad que se plantearon con motivo del aniversario, desde la construcción de un nuevo colegio en la plaza Sánchez de la Campa hasta la instalación de un monolito conmemorativo en la plaza del Rey. Pero sólo uno se llevó realmente a cabo, la restauración del Teatro de las Cortes. Aunque sólo fue a medias porque la idea del Gobierno de transformarlo en un museo nunca llegó a ponerse en práctica.

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