Ha sido escenario de música étnica o folk, de flamenco y copla, de bandas tocando pasodobles y de grupos de rock, de comedias y espectáculo de títeres para niños. El Castillo de San Romualdo lleva ya la friolera de dos décadas formando parte del verano isleño y dando cabida a un formato modesto pero sin duda exitoso. Tanto que la fórmula –la de las llamadas Noches del Castillo– se ha convertido en un clásico inexcusable de la temporada de ocio que ha sobrevivido en el tiempo a otras iniciativas más populares como aquellos maravillosos años del Islaverano y sus grandes conciertos en el campo de deportes Bazán o en el estadio de Bahía Sur.

Lo cierto es que la programación del Castillo nunca tuvo grandes pretensiones. Casi siempre sus espectáculos organizados por el Ayuntamiento a través de su concejalía de Cultura contaron con un modesto presupuesto, fueron gratuitos para el público y no tuvieron otro afán que el de llenar de actividades las noches del verano para ocio y disfrute de los isleños. Eso sí, con el paso del tiempo la cita fue adquiriendo cada vez más personalidad. Y el público rara vez falló.

Tanto es así que siguió habiendo Noches del Castillo hasta cuando no había Castillo. Es decir, durante los varios años que San Romualdo estuvo cerrado por las obras de rehabilitación que se llevaron a cabo para la puesta a punto del histórico edificio, en los que el verano isleño siguió teniendo sus Noches del Castillo aunque estas se celebraban en el patio del colegio San José. Aquello ocurrió en el año 2006 y en los siguientes.

Y curiosamente el nombre sobrevive a varios mandatos y gobiernos –cada uno con sus consiguientes políticas y formas de enfocar el ocio veraniego– hasta llegar al verano de 2020.

El verano del Covid ha convertido además al Castillo de San Romualdo en un recinto cerrado idóneo para controlar el aforo y garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención e higiene que requiere la 'nueva normalidad' impuesta por la crisis sanitaria del coronavirus. De hecho, en este mes de agosto no solo da cabida a esas Noches del Castillo que La Isla lleva celebrando desde hace dos décadas sino que también sirve de escenario al ciclo Flamenco al Aire, que se celebra los sábados; y a las proyecciones de cine de verano para el público infantil que se llevan a cabo cada martes. El patio del Castillo –no cabe duda– se ha reforzado como el gran escenario municipal del verano isleño.

Ya en el verano de 1999 –coincidiendo con los planes del Ayuntamiento para rescatar de la ruina al histórico edificio– se empezaron a llevar a cabo actividades durante el verano: conciertos de las bandas de música locales y actos por el estilo.

Fue un precedente que luego se retomó en el año 2002 con un programa de actuaciones específicamente pensado para ese verano. Por entonces se estaban llevando a cabo las expropiaciones de las fincas colidantes y desde el Ayuntamiento se quería que los isleños advirtieran el potencial que sin duda tiene el Castillo de San Romualdo. Así que estas actividades vinieron como anillo al dedo.

El Castillo se transforma en escenario durante el verano titulaba hace 19 años Diario de Cádiz el 20 de julio de 2002 al dar cuenta de las primeras Noches del Castillo, un programa integrado por 25 actuaciones musicales y teatrales a disfrutar gratuitamente por el público durante el verano.

Claro que a lo largo de los años siguientes –sobre todo por las obras– las Noches del Castillo tuvieron sus altibajos. Fue al concluir la rehabilitación en su totalidad, en el verano de 2016 cuando de nuevo volvió a apostarse por este escenario para disfrutar el verano. La última edición de las Noches del Castillo arrancó el pasado jueves de la mano del veterano grupo La Década Prodigiosa y continuará –un año más– durante todo el mes de agosto.