Bodas inolvidables, solemnes y personales en el Ayuntamiento de San Fernando
El Consistorio ha acogido hasta 328 ceremonias matrimoniales desde su rehabilitación
Algunas parejas destacan su estética del edificio y el trato recibido
Primera boda en el Ayuntamiento de San Fernando después de 15 años
Locos por casarse en el nuevo Ayuntamiento de San Fernando
Hasta 328 bodas se han oficiado en el Ayuntamiento de San Fernando desde que el histórico inmueble abrió sus puertas tras la rehabilitación. Ceremonias vividas viernes y sábados entre las paredes de la Casa Consistorial, testigo de la unión de estas parejas a las que regala un día inolvidable, muy emotivo, marcado por la solemnidad de un edificio magnífico y de la cita, por la comodidad en la que se sienten los contrayentes y sus familias, por convertir la ocasión es un momento muy personal.
"Creía que iba a ser algo más frío, más formal, más burocrático, y me sorprendió la ceremonia que creó la alcaldesa y su equipo", reconoce Inmaculada que se casó en el Ayuntamiento el pasado 23 de junio. De hecho, le pidió a la regidora, Patricia Cavada, el guion para guardarlo de recuerdo. "Me comentaron que llamaba unos días antes y no me lo creí. Pero habló conmigo el día anterior y me pidió que le explicara nuestra historia, cómo nos conocimos, nuestros lugares favoritos, nuestras canciones. En la ceremonia narró una historia con lo que le conté", comenta Mercedes, que se casó el 11 de agosto. Fue el único momento de la boda en que se emocionó, admite.
Inmaculada es de San Fernando pero vive con su pareja, Alejandro, en Alicante. No tuvo dudas de que quería casarse en su ciudad natal y que fuera la alcaldesa la que oficiara. En el Ayuntamiento todo fueron facilidades, el proceso de traslado de expediente fue más complicado por tener que hacer varios trámites en Madrid, donde había vivido antes, y cogerle huelga en los juzgados. Optar por celebrar el matrimonio en el Ayuntamiento fue "una intuición", "el sitio es un bonito, más que el Juzgado". La familia quedó encantada: por el lugar, por la personalización de la boda. "Iba haciendo una narración de nuestra propia historia", destaca.
"Lo hace muy humano, muy familiar, algo personal", insiste Mercedes. Ella es de Jerez y su pareja, Ana, de La Isla, donde viven desde hace tiempo. Conocen a Patricia Cavada. "Cambiar el expediente a Jerez hubiera sido muy engorroso, con los Juzgados de huelga, y este es un pedazo de Ayuntamiento, precioso. No hubo dudas en hacer la boda aquí, por lo bonito que está, por tener un trato personal", explica. Estética, comodidad y confianza se mezclan en esta decisión de la pareja.
Inmaculada y Alejandro se casaron en una ceremonia muy íntima, con sus padres y una hermana con su marido y sus hijos. Mercedes y Ana congregaron para la ocasión a unas 70 personas, la familia y los amigos más cercanos. Mercedes le cantó a su mujer, tras casarse, abajo en el atrio de la Casa Consistorial. A veces intervienen amigos o familiares "con discursos que llegan al alma". "O acuden con la mascota, que acerca los anillos". "O se olvidan de los anillos". "O un novio o un familiar da una sorpresa". El Ayuntamiento, magnífico, se prepara para la ocasión: con la apertura de la puerta principal para que la pareja suba por la escalera imperial y sala capitular adornada con flores y sus alfombras en perfecto estado. "Mimamos el espacio física", señala la regidora, con detalles como la disposición de bancos sin respaldo para que los trajes de los novios luzcan.
Se cuida la estética, pero también el trato a los contrayentes, "cuando preparas una boda lo más importante es quien se casa". Por eso se hace una ceremonia emotiva, que les haga sentir que es "algo hecho para ellos, nada estándar", para que sea "inolvidable". Para ello se contacta con los novios para descubrir "cuál es su historia de vida, cuál es su historia de amor", porque entre tanta gestión administrativa, de resolución de problemas y conflicto, esta tarea supone la "gestión de la felicidad", entiende Patricia Cavada, que siempre oficia las ceremonias que la reclaman a ella, "salvo cuestiones importantes de agenda o porque esté de viaje", precisa.
En esa agenda el cambio de la sociedad isleña, más diversa, se percibe. "Antes era algo puntual que hubiera matrimonios del mismo género, ahora es habitual. También que haya novios de otras nacionalidades", apunta.
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