Todo camino encierra siempre un sentido más allá del punto de llegada, del lugar al que se acude. Y es el camino en sí, la vivencia del recorrido, la experiencia. Anoche, la imagen de Jesús Nazareno emprendió un camino que está destinado a hacer historia. Historia cofrade, al menos. Desde luego será la experiencia más significativa del 250 aniversario que la cofradía de la madrugada del Viernes Santo celebra este año. 18 días para cruzar el océano de La Isla recalando en los puertos de su parroquias y capillas, recorriendo las calles por las que pasa en Semana Santa y por las que no, regalando imágenes insólitas, dejándose grabar y fotografiar por cientos de teléfonos móviles para quedarse siempre en la memoria, visitando a los suyos, reforzando devociones de siempre, de esas arraigadas al alma de La Isla, y ganando nuevos corazones a la causa... 

Esas vivencias son, en realidad, el sentido que arrastra este mes de junio nazareno que ayer vivió su día 1, la primera estación de este particular vía crucis: la Pastora. Allí fue recibido con incesante repique de campanas pasadas las diez y media de la noche después de abandonar la Iglesia Mayor en busca del templo hermano. Y allí llegó en una pletórica noche de sábado arropado por numerosos isleños que acompañaron al Regidor Perpetuo en el primero de muchos y emotivos traslados. No fue de extrañar que la primera visita del Nazareno fuera la Pastora, la parroquia que comparten cuatro hermandades, el barrio más cofrade, uno de los templos isleños que más historia y leyenda arrastra... Demasiadas cosas en común. Y también la visita que la lluvia dejó pendiente en la pasada madrugada del Viernes Santo... Ahora por fin se ha podido cumplir. 

Fue además el momento inicial de esa peregrinación del 250 aniversario que emula la que en 1996 hiciera la Virgen del Carmen para conmemorar su patronazgo sobre la ciudad. Un recorrido prometedor que dará mucho de sí. Hoy, a las 19.00 horas, la hermandad del Nazareno dejará el templo pastoreño para completar la segunda etapa de este camino, que le llevará a la barriada de la Bazán y a la parroquia de la Sagrada Familia.