Bahía Sound siguió este viernes en modo flamenco después de la cita con Israel Fernández y Diego del Morao, que acaparó las actuaciones de la semana pasada.
Esta vez, lo hizo con el flamenco tan particular de Kiki Morente, que brindó un concierto recogido, íntimo y cercano que dirigió a un público incondicional desde el escenario de esa terraza con vistas a la Bahía para protagonizar una velada que, huelga decir, resultó inolvidable para los asistentes.
Al artista granadino se le vio cómodo con el formato. Desgranó pausadamente un tema tras otro mientras el público le piropeaba y le aplaudía dejándose llevar por esa cante del pequeño de los Morente y por el acompañamiento al teclado de Juan Arance, que se convirtió en su mejor aliado para la velada.
Kiki Morente rescató en el repertorio temas de su último disco, El cante, entre los que por supuesto se incluyeron Lunares o Si tú me quisieras. Y se atrevió incluso con versiones a dos voces como la que hizo -con una colaboración muy especial- de La vida loca.
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