San Fernando

Apuesta por un centro más "habitable" en San Fernando: calles con toldos y más vegetación

La calle San Rafael, una de las vías comerciales de La Isla, en una fotografía de archivo tomada una mañana de verano.

La calle San Rafael, una de las vías comerciales de La Isla, en una fotografía de archivo tomada una mañana de verano. / Román Ríos (San Fernando)

Entoldar las principales calles comerciales de La Isla para dotarlas de sombra y hacerlas más confortables –especialmente durante los meses de verano, en los que el sol y las altas temperaturas hacen que sean prácticamente intransitables– tendrá un coste de 120.000 euros, según los cálculos municipales.

El Ayuntamiento de San Fernando quiere dar respuesta a esta creciente demanda ciudadana –y también política, el PP ha demandado en varias ocasiones su instalación– con la ayuda de los fondos europeos para la recuperación.

Se trata, de hecho, de uno de los primeros proyectos que se ha presentado al programa Next Generation y que se incluye dentro de una actuación mucho más amplia vinculada a al desarrollo del comercio y de los mercados tradicionales. Se han solicitado 875.000 euros para su ejecución, si bien el Ayuntamiento aportaría en el programa el 40% restante, 350.000 euros. De ellos, hasta 150.000 se destinarían a esa intervención que pretende hacer más confortable y atractivo el hábitat natural del comercio: el centro de la ciudad, las calles que forman el Centro Comercial Abierto.  

El proyecto presentado, cuyo propósito es argumentar la solicitud de los fondos, no concreta los detalles de esos toldos que tiene pensado colocar en calles como San Rafael, Rosario o Real pero sí deja claro que permitiría "dotar de mayor confortabilidad al eje comercial con la instalación de todos que mejoren climatológicamente el espacio en las épocas de mayor calor".

El centro urbano de San Fernado, expone, "en épocas de verano tiene bastante sol, lo que limita las horas de apertura del comercio de la zona centro a horas más tardía reduciendo con esto las horas de apertura al público, a diferencia de los centros comerciales cubiertos".

Pero no solo se pretende colocar toldos con la ayuda de los fondos europeos. La intervención planteada se complementa con la adecuación de zonas verdes y ajardinadas en este mismo ámbito, lo que en definitiva sería una mayor vegetación que –junto a la sombra de los toldos– ayudaría a hacer más "habitable" ese eje en torno al que respira el comercio tradicional.

Hasta 30.000 euros de esos 150.000 en los que se cifra la mejora de las calles comerciales se destinarían a la instalación de zonas verdes y vegetación "con la que se consigue confortabilidad y calidad del espacio comercial".

El objetivo de este proyecto, que redunda también en la mejora de la calidad ambiental y ayudaría a reducir el gasto energético de los comercios del entorno, "es crear un espacio confortable para el consumidor, mejorar las condiciones de competitividad del pequeño comercio frente a las grandes superficies y ayudar a que el centro de la ciudad se configure como una zona de ocio, cultura y comercio".

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