Crece la indignación en 'El Marquesado' por las carencias del barrio

Llevan tanto tiempo protestando que sus demandas son ya costumbre en una barriada rural hastiada de incumplimientos de las administraciones. La barriada de El Marquesado, en Puerto Real, vuelve a estar en pie de guerra. Dicen estar cansados de presentar escritos en el Ayuntamiento de Puerto Real y en la Diputación de Cádiz, y de trasladar quejas a distintos concejales y a la propia alcaldesa sin que nadie haga nada. “Se van pasando la pelota unos a otros y nos llenan de promesas que nunca cumplen”, dice la vicepresidenta de la ‘Asociación de Vecinos San Juan del Marquesado’, Rosario Verdier.

Aunque las demandas son muchas, algunas de ellas ya históricas, ahora se centran en el estado de la única pista deportiva de la zona, que a simple vista pide a gritos una reforma. Uno de los equipos del barrio juega en ella entre basura que se acumula en una de las porterías. “La propia portería podría ser también basura, porque está destrozada, sin red y, lo que es más peligroso, sin anclar al suelo. No sé si están esperando que haya una desgracia con cualquier niño”, dice uno de los padres de los pequeños que juegan, quien reconoce que se plantea prohibirle que juegue porque tiene miedo.

El perímetro que cierra la pista también está destrozado

. Restos de una red cuelgan de tubos y alambres. “La vecina (refiriéndose a la propietaria de finca que linda con la pista) está ya harta de devolver pelotas y alguna que otra vez le han partido macetas y otros objetos”, apunta un vecino. El otro lateral de la pista tiene una reja que, en algunos putos, está sujeta con una pequeña cuerda para evitar que se caiga. “¿Hay derecho a esto? ¿Somos unos exagerados? No entiendo por qué nos tienen tan abandonados”, se pregunta Rosario Verdier.

Junto a las pistas deportivas, un cartel en el suelo recuerda que el parque infantil del barrio se llama ‘La Piñata’. Está tirado junto a un montón de adoquines y materiales de construcción. “Esto lleva a ahí meses”, dice Curro, un vecino del barrio. “Son para la obra del paseo que se estaba haciendo pero que se paró, según nos dijeron, porque faltaban materiales, y ahí sigue”. Son las obras del ‘Paseo de Las Palmeras’ que el Ayuntamiento ejecuta con cargo al Plan Invierte de la Diputación de Cádiz, con un presupuesto de casi 21.000 euros.

Las quejas vecinales también se dirigen a la Diputación de Cádiz, titular de la carretera CA-3205, que cruza la barriada. “El semáforo no funciona, algunas señales de tráfico están tapadas por la maleza y los pasos de peatones están tan desgastados que no se ven”, lamentan los vecinos. Recuerdan que, a principios de este año, la alcaldesa de Puerto Real, Elena Amaya, mantuvo un encuentro con personal técnico y el responsable del Área de Cooperación y Asistencia a Municipios de la Diputación de Cádiz, Javier Pizarro, para abordar la mejora de la seguridad vial en la CA-3205.

“Dijeron que se actuaria en la carretera y que se arreglarían todos los pasos de peatones elevados, la iluminación y las señales de tráfico”. También lamentan que el compromiso de Diputación de crear un carril peatonal paralelo a la carretera en la parte más transitada de la travesía, haya quedado en nada.

“Aquí podemos caminar por el margen de la carretera, a la altura de la Asociación de Vecinos y de las pistas deportivas, porque nosotros mismos hemos traído desbrozadoras para limpiar esto, que era una selva”, aseguran.

Y es que la limpieza de cunetas es otra demanda insistente del barrio. “Hace ya varios años que no las limpian y cuando empiezan las lluvias vienen los problemas”. Aseguran que en la zona de la barriada que pertenece al término municipal de Chiclana, las cuentas están limpias. “No lo entendemos. Si es la misma carretera, ¿por qué allí sí y aquí no?”.

Hay que recordar que en el año 2018, durante una actuación de Diputación en las cunetas, la institución provincial explicó que, aunque se trabajaba retirando sedimentos de los márgenes de esta travesía, “en la zona subyacen problemas de mayor calado con evidentes limitaciones en sus condiciones de drenaje del agua de lluvia. Limitaciones que sólo se pueden subsanar desde el ámbito municipal”.

A este rosario de peticiones suman una mejora en los contenedores de basura, que se han convertido en un vertedero. Aseguran que es habitual encontrarse muebles, escombros y todo tipo de residuos impropios. Por eso piden al Ayuntamiento una mayor vigilancia y una mejora de los contendores de toda la barriada.

“Ya estamos hartos de que no nos hagan caso. Ya tenemos comprobado que aquí, para que te oigan, hay que ponerse más serio y endurecer las protestas”, dicen. Por eso no descartan retomar otras acciones como los cortes de carretera.