En los últimos años, la directora del colegio público Juan XXIII, Victoria Pérez, ha tenido que presentar ante la Policía Nacional hasta cuatro denuncias por actos vandálicos en el centro que dirige. La última la puso esta misma semana después de que descubriesen en la mañana del lunes que el centro había sufrido destrozos durante el fin de semana. Habían partido las claraboyas que iluminan los pasillos y dejado basura y restos de cristales de botellas por el tejado.

Lo mismo ocurrió en el colegio Reyes Católicos, aledaño al Juan XXII, aunque en este caso los vándalos fueron más salvajes: lanzaron piedras y tacos de madera contra las ventanas de varias aulas, rompiendo los cristales, según explicó a este periódico el director del colegio, Pedro Vergara. En otras ocasiones han sido pintadas en las fachadas.

La comunidad educativa de ambos centros dice estar cansada de lidiar con quienes saltan la valla del colegio y campan a sus anchas por sus patios y tejados. “Muchas veces he visto a gente que ha saltado las rejas para usar las pistas deportivas y hacemos la vista gorda porque entendemos que no hay muchos sitios para jugar al fútbol o baloncesto, pero que hagan botellón los fines de semana es intolerable porque nos hemos encontrado aquí hasta un sofá”, explica victoria Pérez.

Desde ambos centros han pedido más vigilancia a la Policía Local y colaboración vecinal para que alerten a la policía cuando vean a alguien en el interior del colegio.