Comedor de El pan nuestro

La entidad social que "no hace preguntas ni pone requisitos para ayudar"

"Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis 

de beber; era forastero y me acogisteis". La referencia del concejal de Ciudadanos por La Isla Javier Cano al Evangelio de San Mateo resume a la perfección la labor que desde hace años desempeña el comedor social de El Pan Nuestro en San Fernando. Diariamente, esta entidad benéfica ofrece desayuno y almuerzo en sus dependencias a unas cincuenta transeuntes, que también pueden llevarse la cena. Más de 60 familias con recursos económicos escasos también acuden para recibir sus raciones. "Sin requisitos, sin responder a ninguna pregunta", recordaba Cano las normas del padre Juan Jiménez Zayas, su fundador. El hombre que llevó hasta sus últimas consecuencias las palabras recogidas en ese versículo de la Biblia mencionado. De unos inicios muy humildes en 1992, en un contenedor de transporte ubicado en una parcela cedida de La Casería, El Pan Nuestro disfruta desde 2007 de un edificio de dos plantas en Fadricas, donde un grupo importante de voluntarios desarrolla esta labor de ayuda a la sociedad. Con el padre Juan como presidente durante años, con Gema Pery Regalado cogiendo su testigo y en las actuales manos de Rosa Giner, "ahora necesita más que nunca la colaboración ciudadana", advertía el concejal justo antes de que Giner recibiera la medalla..

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