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Caso de las participaciones preferentes Afectados en la provincia valoran los últimos acontecimientos

Toda una vida "robada" por el banco

  • La mayoría de los afectados se han aferrado a los bonos canjeables como mal menor · Esta opción les permite obtener un beneficio hasta 2014, cuando podrán canjearlos por acciones pero sin garantías de total devolución

Ni siquiera sabía de la existencia de ese dinero. Puede decirse que se enteró de rebote, como por casualidad, cuando él y sus hermanos intentaron cobrar la herencia que les había dejado su padre. No fue hasta el momento en el que comenzaron con "todo el papeleo" , cuando José Aguilera del Pino y su familia descubrieron lo que algún tiempo atrás había firmado su padre: una de las famosas participaciones preferentes en las que el fallecido había invertido el dinero de la venta de unas tierras. En cuanto José y sus hermanos supieron lo que se traían entre manos, fueron al banco a pedir una copia del contrato que había sido firmado por su padre. Tras un año de peticiones, y negativas por parte del banco, la familia de José consiguió una copia del famoso contrato, descubriendo lo que quedaba en el banco de la herencia. José, al que le correspondían unos 30.000 euros, se encontró con menos de la mitad, concretamente 12.000 euros.

Al igual que José, cientos de personas se han visto afectadas en la Sierra de Cádiz por las participaciones preferentes. Personas normales, trabajadoras, que han visto de la noche a la mañana cómo todos los ahorros de su vida se han esfumado y han desaparecido. Ahora, tras la sentencia que obliga a Novagalicia Banco a pagar a uno de los afectados gallego una indemnización de 7.560 euros, el debate se vuelve a abrir en la provincia. "Estamos muy contentos por la sentencia ", explica Silvia Marchán, portavoz de los afectados de Bornos, "pero aún estamos a la espera de saber qué va a pasar con nosotros".

Y es que en Cádiz, la mayoría de los afectados se han decidido por la alternativa u opción que han ofrecido los bancos: canjear las participaciones preferentes por unos bonos . Estos bonos, a su vez, tienen la opción de ser canjeables por acciones en el 2014. Antes de esta fecha, estos bonos no podrán ni ser vendidos ni comprados: "Nuestra primera intención era negociar o conseguir que el banco convirtiera esas participaciones preferentes en un plazo fijo, pero no hemos podido", relata Marchán. "Hemos redactado incluso un documento en el que reflejamos que nos acogemos a la opción de los bonos porque los bancos no nos ofrecen otras alternativas, pero no hemos podido conseguir otra cosa", relata la portavoz, quien dice sentirse "como un barco a la deriva, en medio del mar". Al fin y al cabo, cuando los afectados hablan del tema siempre llegan a la misma conclusión: hay que resignarse y esperar a que todo salga bien.

En el caso de José Aguilera, él y sus hermanos también han optado por la opción de canjear las participaciones preferentes. "Hicimos cuentas y cálculos y lo mejor era esta opción. Si decidíamos no canjear y quedarnos con las participaciones, nadie nos aseguraba que su valor se mantuviese. Cuando ya fui a retirarlas costaban menos de la mitad. Imagina si no canjeo cuánto iban a valer en un futuro", explica José. "Aparte súmale los gastos de juicios, abogados, los recursos por parte del banco... Preferimos esperar dos años y ver a cuánto podemos vender las acciones", analiza José.

Ahora, con las participaciones preferentes canjeadas en bonos, los afectados están recibiendo cada tres meses un capital generado por estos bonos a distintos tipos de interés, según el tipo de afectado: "Lo que nos queda esperar es que el banco cumpla con lo prometido y que pague los intereses. Si no paga los intereses, apaga y vámonos. Nos quedamos sólo con el producto", explica Marchán, cuyo único deseo es que el mercado vaya mejorando.

Sin embargo, esta situación de incertidumbre puede verse en parte aliviada ya que la Fiscalía del Tribunal Superior de Andalucía (TSJA) confirmó ayer el inicio de una investigación en relación a esta estafa.

Una investigación en la que se tienen puestas muchas esperanzas, una vía abierta a través de la cual parece que pueda hacerse justicia para aquellas personas que tan sólo pecaron de ser "demasiado confiadas". Personas llanas, de pequeños pueblos en donde todos se conocen, y que en la vida pensaban "que pudiera hacernos eso el banco y la persona a la que conocemos de toda la vida" . "Cuando veo a la gente por la calle intento no hablar del tema. Intento dejarlo de lado. Pero no puedo evitar el sentirme engañado por personas que han estudiado en el colegio conmigo", explica José.

Desde personas de la tercera edad, en su mayoría, a jóvenes que no han podido casarse, se cuentan entre los afectados por lo que llaman gran estafa. Personas que tenían sus ahorros y su vista puesta en el futuro: ahorro para sus hijos, para sus propios cuidados cuando fuesen ancianos, para el estudio de sus nietos.... en definitiva planes e ilusiones que se resumen en una vida entera de trabajo. Ahora toca esperar, y ver qué pasará con la investigación. Ver qué pasará en estos dos años, hasta 2014, cuando los afectados puedan vender las acciones y recuperar parte del dinero: "Se han comido el trabajo de una vida entera. Eso no hay quien lo pague".

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