Tribuna

Daniel López Marijuán

Cuatro propuestas para sacar a la ciudad de Cádiz del ostracismo y la decadencia

Una imagen aérea de la ciudad en 2003, todavía sin el segundo puente.

Una imagen aérea de la ciudad en 2003, todavía sin el segundo puente. / Joaquín Hernández Kiki

Como estamos ya en campaña preelectoral, van surgiendo las propuestas de los diferentes partidos y agrupaciones que se presentan a las elecciones locales de mayo, como pudimos comprobar en el debate entre los diferentes candidatos en Onda Cádiz la semana pasada.

Lo que expongo a continuación va dirigido a todas las candidaturas democráticas, que respetan las reglas del juego, sin recurrir a populismos amarillistas (Beiro, Belgrano) y a soluciones neofascistas (Vox). La ciudad de Cádiz se encuentra inmersa en una situación crónica de desempleo, desindustrialización y precariedad, donde el turismo y la construcción no pueden generar empleo estable y de calidad, ni tampoco movilizar a otros sectores, como pueden ser el comercio, la hostelería y otras pequeñas empresas. El envejecimiento de la población, la pérdida de habitantes y la práctica imposibilidad de acceder a vivienda y empleo dignos por parte de los más jóvenes, ofrecen un panorama desalentador.

La ausencia de horizontes esperanzadores de despegue hace que las desigualdades sociales y la exclusión crezcan: edificios públicos abandonados, solares vacíos, carencia de viviendas dignas y asequibles, comercios cerrados, instalaciones industriales sin actividad… ofrecen un panorama de decadencia y postración.

Otra Cádiz es posible (y necesaria) si logramos salir del sopor y aunar voluntades para otro modelo de ciudad. Los atractivos de la ciudad son evidentes, como testimonian todas las personas que nos visitan: buena gastronomía, gran calidad de vida, clima agradable, playas envidiables… ¿Qué es lo que falla? La ausencia casi total de perspectivas de futuro, de horizontes de esperanza.

Cuatro propuestas, cuatro, podrían ser asumidas por las formaciones políticas que se presentan a las elecciones locales:

• Redactar un nuevo Plan General de Ordenación Municipal, de acuerdo con la nueva Ley 7/2021, de 1 de diciembre, de impulso para la sostenibilidad del territorio de Andalucía. El vigente PGOU heredado del Partido Popular está completamente caduco, porque preveía una ciudad en expansión y desarrollo constante. Es cierto que Cádiz es una ciudad que no admite expansión urbana, pero eso no es una debilidad, sino una fortaleza: la regeneración y rehabilitación urbanas deben presidir todas las políticas municipales. Y tener en cuenta el marco metropolitano de la Bahía de Cádiz, rescatando y actualizando el Plan de Ordenación del Territorio de Bahía de Cádiz y Jerez, actualmente un mero documento de referencia.

• A pesar de contar con un enclave privilegiado, con un Parque Natural de la Bahía de Cádiz dentro de su término municipal, la capital gaditana sigue viviendo de espaldas a su espacio protegido, que representa un recurso natural desconocido. Una recuperación de las marismas y esteros es imprescindible, junto a la rehabilitación del molino de mareas del río Arillo y del castillo de San Sebastián, y la regeneración ambiental de la salina Dolores.

• Contando con una empresa semipública, Eléctrica de Cádiz, actualmente en la cuerda floja por una gestión ineficiente, es necesario su impulso para propiciar comunidades de energías renovables que empiecen a generar energía eléctrica limpia desde instalaciones fotovoltaicas, tanto en el casco antiguo como en extramuros y la Zona Franca. La normativa permite que sea en un radio de 2 km. donde se puedan conectar los usuarios a estas comunidades ciudadanas de energía; aprovechémoslo, contando con una radiación solar privilegiada en nuestro espacio geográfico y combatiendo la pobreza energética.

• Recogida de biorresiduos (casi la mitad de la basura urbana) puerta a puerta en el casco histórico y mediante contenedores marrones con control de usuario en extramuros; no solo porque es una obligación legal, sino también porque evitará pagar tasas por vertido y sanciones económicas, además de sensibilizar a los gaditanos en la cultura de la economía circular. Además, apoyar iniciativas de recuperación, reparación y reutilización de todo tipo de dispositivos, alentado la economía colaborativa, social y solidaria y la reinserción social.

Necesitamos una ciudad en la que todos se sientan cómodos, tanto si la visitan, como si viven en ella; una ciudad en la que alquilar o comprar una vivienda no sea un lujo inaccesible; una ciudad en la que la peatonalización y el uso de la bicicleta avancen, en vez de reducirse frente a la omnipresencia del vehículo privado; una ciudad en la que se potencien más las zonas verdes y menos los parkings; una ciudad en la que se dé prioridad al transporte público sobre el privado; una ciudad en la que se desarrolle el empleo y la economía, una ciudad que sea referente de cultura, modernidad y solidaridad.

Las tres acepciones de la sostenibilidad, ambiental, económica y social, pueden ser alcanzadas. Conseguir que Cádiz sea una ciudad con baja huella ecológica, salidas laborales e iniciativa empresarial y correctora de las desigualdades sociales, es un objetivo a perseguir.

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