La aldaba
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NUNCA he podido dormir de día. Creo que mi afición por la lectura viene de esas horas de siesta en las que no hay nada que hacer. Hace unos días volví a tomar un libro: Creación, de Gore Vidal. Es una novela que relata un amplio periodo de la historia de Persia y sus grandes reyes, Ciro, Darío y Jerjes. Recuerdo que me gustó cuando la leí por primera vez, y la retomé con interés. Al pasar una página, hacia la mitad del libro, encontré dos pequeños lirios secos, aún con un leve color violeta, y después, un billete de tren y dos líneas subrayadas en el texto.
El texto subrayado dice así: "Ningún hombre sabe nunca cuándo es feliz; sólo puede saber cuándo lo fue". El billete de tren era del trayecto Santiago-Monforte de Lemos, del 3 de marzo de 1994, y por detrás, al margen, alguien había escrito "No me esperes en abril".
Tomé con delicadeza los pequeños lirios. Alguien se tomó mucho interés en que los pétalos no se doblaran. Los volví a colocar entre las páginas ¿Qué significarían las flores, el billete y las frases subrayadas?
Puestos a imaginar, me imaginé a una mujer joven que guarda unas flores cuidadosamente en el libro que está leyendo. El trayecto en tren le devuelve a su lugar de partida y vamos a suponer que está triste y desencantada. Cuando el tren deja la estación de Santiago abre el libro y se pone a leer; apenas se puede concentrar en la lectura hasta que una frase capta su atención: "Ningún hombre sabe nunca cuándo es feliz; solo puede saber cuándo lo fue". Subraya la frase. Durante unos minutos reflexiona. Ha sido feliz, y los lirios guardados en el libro siempre le recordarán esos momentos vividos. Decidida a cambiar su vida, escribe en el reverso del billete "No me esperes en abril". Los lirios, el billete y el libro son ya parte de su pasado.
No está mal, parece que las piezas del puzle encajan.
Pero esta historia no termina aquí, tiene un extraño epílogo: el libro es mío, y la letra escrita en el billete también. No recuerdo haber guardado los lirios, ni subrayado la cita, ni guardado el billete. Sólo recordaba haber leído Creación, y que me gustó.
¡Qué frágil es nuestra vida cuando depende de la memoria!
P.D. Para tío Pepe.
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