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El régimen presidencialista andaluz creció durante el largo mandato socialista, para llegar al máximo con el Partido Popular. El desprecio del presidente Moreno al papel que el Estatuto concede al Parlamento como primera institución de la autonomía se evidenció el miércoles, cuando se ausentó para no oír a los portavoces de la oposición en el pleno sobre la crisis sanitaria. Un presidente adicto a las fotos desaparece de una imagen incómoda. Doble falta de respeto: al sistema parlamentario y a las víctimas de errores en los cribados de cáncer de mama. De la propaganda buenista se pasa de golpe a cólera con la oposición y enojo con las mujeres perjudicadas.
Dentro de unas semanas veremos otro alarde presidencialista cuando Moreno celebre el 4 de diciembre en San Telmo, para mayor gloria de su persona, un homenaje a la bandera que debe hacerse en Las Cinco Llagas. Pero manda el márquetin, no el Estatuto. El principal argumento del consejero Sanz para justificar la ausencia de su jefe el miércoles fue que Susana Díaz tampoco estuvo en 2017 en un pleno similar. Los grupos de la oposición le dijeron que puede correr la misma suerte. Juanma circula por la estela de Susana. ¡Hum! En su último debate sobre el estado de la comunidad, en noviembre de 2017, Díaz reprochó a la oposición de PP, Podemos e IU que dieran una imagen catastrófica y ceniza de la región y dibujaran una Andalucía negra. Criticaban su gestión, pero ella se envolvía en la verde y blanca ante cualquier reproche parlamentario. Reprenderla a ella era denigrar a Andalucía. Al estilo de Luis XIV, que proclamó que el estado era él, Susana Díaz hasta 2019 y Juan Manuel Moreno después se creyeron que Andalucía eran ellos.
En 2023, PP y Vox propusieron en el Parlamento andaluz regular 750 hectáreas de cultivos ilegales al norte de Doñana. Hubo un clamor nacional e internacional contra la iniciativa. Y el negociado de propaganda de San Telmo lo calificó de campaña difamatoria contra la agricultura onubense y andaluza. Ahora igual, proclaman que las críticas de la oposición y las víctimas sólo quieren hacer daño al sistema público de salud o a los profesionales de la sanidad. En Canal Sur sale más Aldama que Amama. Hay un síndrome de San Telmo, palacio que fue corte del duque de Montpensier, descendiente de Luis XIV seis generaciones después. Allí mañana Moreno no tendrá posado de fotos en el balcón, sino una manifestación en la puerta.
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