NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Un milagro por Navidad: salvemos al país
Vox ha cogido carrerilla en las últimas semanas y el PP ha reaccionado, aunque hasta este mes de septiembre no había dirigente del partido que cuando algún periodista comentaba la subida de Vox no respondiera que los sondeos que manejaba Génova eran mucho mejores para el partido que los que publicaban los medios. No debían serlo tanto cuando ha movido ficha.
En la reunión que Feijóo acaba de celebrar en Murcia con sus dirigentes regionales para marcar la estrategia ante el nuevo curso, que podría incluir la convocatoria de elecciones, se elaboró un documento en el que entre otras cuestiones se recogen sus propuestas para regular la inmigración e integrar a los inmigrantes en la sociedad española, donde son tan necesarios siempre que se cumplan determinadas condiciones y se respete la ley.
Presentar iniciativas sobre inmigración es siempre un reto, porque es fácil caer en la xenofobia. Sobre todo para un partido conservador, sabe que es el principal argumento que utilizará la izquierda para descalificarlo. Hay que abordarlo por tanto con inteligencia y sensibilidad, para encontrar equilibrio entre las responsabilidades humanitarias y las medidas contundentes que garanticen la convivencia y la seguridad.
Una parte destacable de los españoles que se inclinan hacia Vox lo hacen porque es el partido que tiende a identificar inmigración con delincuencia. Sería hipócrita negar que son frecuentes los casos de inmigrantes que delinquen, pero es irresponsable identificar inmigración con inseguridad.
Feijóo, el PP, ha presentado iniciativas que, como se suponía, provocan debate. Propone el PP la deportación inmediata de los delincuentes, lo que parece justo, y que el acceso a subvenciones del Gobierno sean para aquellos que hayan cumplido un tiempo de estancia en España. Justo también porque actualmente es habitual que inmigrantes recién llegados, algunos con intención de dirigirse a otros países europeos, cuenten con ayudas que sin embargo no son accesibles para los españoles. Más cuestionable es el visado por puntos, de manera que solo podrán entrar legalmente en nuestro país quienes cuenten con méritos. Con hechos probados que garanticen su decisión de respetar las leyes y hábitos de vida españoles, aunque con el derecho a mantener sus principios religiosos y morales siempre según la ley.
Lo más significativo del programa del PP respecto a la inmigración es el protagonismo que le ha dado. La dirección del partido ha comprendido que estaba falto de propuestas y Vox estaba haciéndose con un espacio en el que efectivamente había mucho por hacer.
Era clave para el PP que se guardara de presentar a los inmigrantes como presuntos delincuentes, a lo que se inclina un Vox que está atrayendo a ex votantes del PP, nacionalistas… e incluso ex votantes de izquierdas. En asunto tan peliagudo, aunque se le vayan votantes a Vox, Feijóo tiene que andar con pies de plomo.
También te puede interesar
NOTAS AL MARGEN
David Fernández
Un milagro por Navidad: salvemos al país
Su propio afán
Enrique García-Máiquez
Ussía siempre
Postdata
Rafael Padilla
Mi mochila
Manual de disidencia
Ignacio Martínez
Un empacho de Juanma