Primero voy a decir lo obvio para tener la mente despejada y poder hablar del resto: el empresario cordobés Miguel Ángel Tamarit es un indeseable por justificar el alto índice de paro en Cádiz porque aquí la gente no quiere trabajar. No hace falta siquiera citar los casos en los que está involucrado, el alcalde le ha dado una buena respuesta: la mayoría de los gaditanos trabajan mucho y se esfuerzan como el que más. Incluso lo que ha dicho el presidente de la CEC, Javier Sánchez, que con tanto denuedo se empeña en trasladar otra imagen de la provincia: es un empresario non grato. Dicho lo anterior, también nosotros tenemos parte de culpa en esa imagen de gente graciosa que solo se preocupa del carnaval. Esa idea de la ciudad todo el año de fiesta hace daño. Que si el Carnaval Chiquito, que si el Carnaval de Veano, que si qué gracia tienen los de Cádiz. Esas televisiones que vienen a buscar graciosos que digan una pamplina delante de la cámara (sea Andalucía Directo, España Directo, Street Wiew , El Tangai) y lo peor es que lo consiguen. Siempre hay alguien dispuesto a la majadería con tal de salir en la tele . Luego no podemos extrañarnos de la imagen que damos . Por si esto fuera poco conviene recordar la campaña municipal de tiempos del PP "Cádiz, la ciudad que sonríe". Si eso es lo que queremos transmitir, pues apaga y vámonos. El mismo alcalde el año pasado en FITUR se puso a cantar por lo que la gente debe pensar que todos vamos por la calle disfrazados y con el pito de caña en la boca, que si nos preguntan por una calle le soltamos un pasodoble, que si hay un crucerista despistado le colocamos un cuplé y todo por el estilo. Siempre he pensado que esa imagen no se corresponde con la realidad . Sí, hay gente con gracia, capaz de trasladar ese humor a pasodobles y cuplés y algunos han conseguido vivir de ese talento pero la inmensa mayoría no tenemos la menor gracia e incluso me atrevería a decir que somos más los que nos levantamos temprano que los que trasnochan, los que no bebemos que los tajarinas, los que no sabemos contar chistes que los graciosos oficiales que están todo el día dando la brasa con el age de Cádiz y se prestan a ofrecer esa imagen. Si luego llega un malage de Córdoba y nos dice que en Cádiz somos muy graciosos pero solo sabemos estar de carnaval no debemos sorprendernos. Debemos trabajar para revertir esa idea. Empezando porque el alcalde se llame José María González , no Kichi , porque no cante cada vez que se suba a un escenario y con no hacernos los graciosos .

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