La defensa de pujol

De los Pujol importa, mucho más que el importe de lo robado, el método misterioso que les libra de todo

Entre las innumerables cosas que no soy, conspiranoico es una de las más palmarias. Se nota tanto por el contraste. La sociedad actual tiende a ver oscuras maniobras por todas partes y yo me niego a hacerles el caldo gordo. La pereza, que es la fuerza que mueve el mundo; el individualismo generalizado; el miedo a salirse de lo políticamente correcto, el mimetismo intelectual y dos o tres oxímoros más explican la gran mayoría de los movimientos políticos y de opinión.

En el caso de Plácido Domingo, por ejemplo. Hay quien apunta a que la Cienciología (con la que Plácido se las ha tenido tiesas) puede estar detrás de esta campaña. Me temo que sea -más sencillamente- un efecto del eco que cualquier denuncia relacionada con los abusos, aunque sea de hace muchísimos años y sin pruebas, tiene en los medios. El suicidio de Jeffrey Epstein es inquietante, ya; pero esperemos a las investigaciones.

Expongo precedentes, porque esa prevención mía contra cualquier conspiración presenta una grieta con los Pujol. Se les imputan cantidades multimillonarias adquiridas por medios ilícitos o corruptos logradas por el padre, la madre y casi todos los hermanos. Los números son de vértigo. Las pruebas, por lo visto, evidentes. Las comparaciones con otros casos, llamativas.

Porque ni un Pujol hay en la cárcel, y sólo alguno la ha rozado levemente. Hay ex ministros, miembros del PP, del PSOE, de los partidos nacionalistas y hasta el yerno del rey. Realmente en España el imperio de la ley no puede ponerse en duda, salvo quizá por el curioso caso de los Pujol. No quiero creer en la conspiración ni en los dosieres -dicen- del patriarca ni en el miedo transversal de todas las instituciones, pero algo pasa, quiero decir, no pasa.

Sería muy interesante (y quizá hasta necesario para disipar bulos que ponen en cuestión el funcionamiento de nuestro Estado de Derecho) un reportaje de fondo sobre las razones que hacen que los Pujol estén esquivando la cárcel a la que no han escapado los otros delincuentes más poderosos de España. Supongo que tendrá una explicación jurídica, de técnica forense, ilustrativa de conocer, porque el saber no ocupa lugar.

El bufete que lleva la defensa a los Pujol quizá podría pagar la publicación. Sería una publicidad extraordinaria para los abogados que les están consiguiendo tanta libertad a tamaños pillastres. Deben de ser unos fuera de serie (los abogados, digo).

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