A sangre fría

Pedro M. Espinosa

El cascarrabias

UNA ola de negatividad me invade cada sábado de carnaval. Llega puntual a su cita al término de la Final y no me deja sacar la cabeza hasta que veo a mis niños disfrazarse preparados para la cabalgata. No sé si será culpa de la nostalgia de tiempos no mejores pero sí diferentes o sencillamente que el Carnaval de Cádiz que hoy disfrutamos se parece cada vez menos al que me enganchó en mi juventud. El caso es que cuando salgo de casa y compruebo el macrobotellón en que se ha convertido la fiesta, y luego repaso el Concurso recién terminado, pocas cosas me hacen sonreir. Porque por mucho que los de fuera nos quieran convencer de la gracia y la calidad de las chirigotas, o de la excelente salud de que goza el certamen de coplas más importante del planeta gaditano, yo lo veo más bien negro. El nivel de chirigotas por ejemplo de este año me parece ínfimo. Desde 'Los enteraos' no ha habido una gran chirigota en el Falla. El año pasado ganó la mejor de un grupo aceptable, como este. Puede resultar duro pero es así. Me da la sensación de que la chirigota de Cádiz, la de la gracia pura, se está aburguesando, incluso asevillanando, con esa manía por estar más pendiente del atrezzo, del detalle, de la interacción con el público..., olvidando la chispa y el ingenio en las coplas. De lo que he visto este año me han gustado algunos pasodobles de Selu García Cossio, que tiene más gracia en dos detalles que muchos grupos en todo el repertorio; la propuesta musical de 'Los Juaquín Pamplina' y algunas cuartetas de su popurrí; los cuplés de El Canijo, sobre todo los que cantó el primer día de Concurso, y su pasodoble a los libros; y poco más.

En comparsas la calidad tampoco es excelsa pero sí que el nivel es más elevado. Me alegro del primer premio de Tino Tovar por su apuesta atrevida, por intentar no repetirse cada año con agrupaciones clonadas y por ser un tipo que merece la pena, educado y respetuoso con todas las opiniones, todo lo contrario que ocurre con adalides de la libertad que sólo estarían satisfechos si el jurado les diera el primero, el segundo y el tercer premio a su agrupación. Esos que aseguran con un tono que roza la amenaza más bajuna que su grupo es el mejor y que todo aquel que no lo vea es un imbécil. En comparsas me ha gustado 'Juana la Loca'; me gustan 'Los currelantes', cuyo autor es actualmente el único capaz de hacer un buen popurrí completamente original en letra y música. El resto lo intenta pero salvo cuartetas meritorias le dan un tono monoacorde que dura ocho minutos. Me han encantado 'Los muñecos' en presentación, algunos pasodobles y varias cuartetas de popurrí; me encanta ver de nuevo en escena a Subiela y oír la voz de Carli. Creo sinceramente que merecían luchar por el mejor premio. Y por último me he embelesado con la música de pasodoble de Noly y las letras valientes de Quiñones, un autor humilde y con mucha clase que siempre acepta lo que venga con elegancia. Un ejemplo.

No me ha gustado que dejaran al coro de Julio fuera de la final porque no veo a tres coros mejores. Me parece sensacional y de un gusto refinadísimo el coro de Nandi. Y por último creo que el cuarteto de Morera es de lo mejor que ha pasado por el Falla. Por último no me gusta que la gente de Cuenca tenga las mismas opciones de comprar entradas que los de Cádiz. No hay mayor desigualdad que tratar a todo el mundo igual. Y no me gusta que cualquiera pueda cantar en el Falla.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios