La aldaba
Carlos Navarro Antolín
Sánchez aguanta más que el teletexto
En 1999 el Batidora sacó el cuarteto ‘Peña Cultural Recreativa y Carnavalesca Los Pejigueras’ donde parodiaba ese falserío tan gaditano de quedar bien con todo el mundo: unos peñistas que insultaban a la alcaldesa porque se retrasaba, hasta que aparecía y todo eran parbienes. Al final de la campaña electoral de 1995 me encontré por la calle al candidato del PSOE Fermín Moral, el hombre me dijo que su partido iba a ganar porque todo el mundo que le paraba por la calle le decía que le iba a votar, como es sabido el Partido Socialista pasó de14 concejales a 7. Me permití avisarle del carácter bienqueda del gaditano, que le da ojana a todo el mundo por lo que pueda ocurrir, no vaya a ser, en este caso, que Fermín terminase de alcalde y fuera menester tener que pedir algo: una entrada, un enchufe, una subvención, un cuelo, lo que fuera, así que mejor quedar bien por si las moscas. Encima es mucho mejor que todos piensen que eres de los suyos, con los de izquierdas progresista, con los de derechas conservador, con los del Madrid merengón, con los del Barça culé, la Semana Santa es algo mágico y maravilloso, si estás con un talibán como la tradición gaditana no hay nada, si con un sevillí con que hay que renovar y los jueves santos te vas a Sevilla madre y maestra para aprender, qué maravilla ese Nazareno de blanco por puertatierra con esos milagros en la Residencia. Que la afición del Cádiz es la mejor de España y el que no quiere al Cádiz no quiere a la Humanidad, Mágico es el mejor jugador de la historia del fútbol y sus andanzas gaditanas, a pesar de los reproches judiciales, no tienen importancia. El carnaval de Cádiz es único en el mundo, qué arte hay en Cádiz, qué gracia más grande, cómo cantan, la palabra de capitán está por encima de las sentencias judiciales. Cádiz es lo mejor del mundo, como Cádiz no hay nada que aquí se puso el non plus ultra y todas esas cosas. Cádiz no está sucio, es el tiempo que va desde un baldeo a otro, no hay que exagerar, Bruno es una bellísima persona lo mismo que Kichi tenía todo el arte, Teófila era una leona y don Carlos Díaz era todo educación. Así sucesivamente, para qué enfrentarse con la realidad y, sobre todo, para qué decir lo que de verdad piensa uno, si es que piensa algo diferente del interlocutor o de la mayoría, por mucho que dijo el refrán “de las aguas mansas líbreme dios que de las bravas ya me libro yo”. Los bienquedas no conocen el poema En la plaza de Vicente Aleixandre “sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido, llevado, conducido, mezclado, ruborosamente arrastrado”.
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