gente de el puerto

José María Morillo

24 años en el Bar Transporte

Álvaro Valiente Cuevas. Este portuense, nacido en la calle Pozuelo, lleva 53 años en el mundo de la hostelería. Comenzó a trabajar con diez años

27 de septiembre 2015 - 01:00

ÁLVARO Valiente Cuevas nació en el número 51 de la calle Federico Rubio -Pozuelo- el 13 de febrero de 1952, siendo el cuarto de ocho hermanos: Lolichi, Margara, Paquito (+), Álvaro, Mari, Sofía, Inés y Antonio. Estudió poco tiempo en el colegio La Salle, pues a los 10 años empezó a ayudar en la economía familiar como mandadero en el almacén de ultramarinos Pedregal, regentado por su viuda Ángeles Valenzuela Carribero, donde hoy está el Bar Triana, en la esquina de la calle Federico Rubio con San Bartolomé.

En el año de su nacimiento era alcalde de El Puerto Luis Caballero Noguera. Se estrenaba la película La niña de la Venta, dirigida por Ramón Torrado y protagonizada por Lola Flores y Manolo Caracol. En julio se celebró en el Tiro de Pichón la tirada de Copa del Campeonato del Puerto de Santa María, con 58 escopetas. La Plaza de Toros es adjudicada hasta diciembre de 1953 al empresario Manuel Belmonte García, a razón de 50.000 pesetas mensuales. El 3 de agosto de ese año se celebra una corrida de toros con Luis Miguel Dominguín, Rafael Ortega y Antonio Ordóñez. Ese día entraron en El Puerto para ver el espectáculo, según un estudio encargado al efecto, 1.522 vehículos, de los cuales 1.431 fueron automóviles y 71 autobuses.

Con 10 años, tras unos meses en el almacén de Pedregal, se inicia en la hostelería: en el Hostal de Doña Irene -el Hostal San Nicolás- en la calle San Bartolomé. Fue compañero suyo Manolo de la Flor 'Cositagüena' e iba a comprar tabaco al Bar La Concha, dado que tenía una importante clientela americana. Tras un año, pasó a trabajar en el Bar Los Tres Reyes, en el número 13 de la calle Nevería, con José Sánchez 'El Nene'.

Luego, pasado algo mas de otro año, su siguiente aprendizaje fue en el Bar Liba, frente al muelle del Vapor, con Eloy López Vergara, que le enseñó a leer y escribir -le corregía y animaba- con el Diario de Cádiz y la prensa deportiva-. La siguiente etapa fue en el Bar La Ponderosa, propiedad antes que de José Basteiro, del jiennense Vicente y Alejandra, donde permaneció por espacio de dos años, marchando al servicio militar obligatorio que hizo en la Marina, primero en Cartagena (Murcia) y luego en la Base Naval de Rota, donde ejerció de camarero en el Bar hispano americano del Club Hay Motivo. Y por las tardes, -podía dormir en casa- trabajaba con José Basteiro Pereira en la Cervecería Cruz Blanca, hoy Cervecería de El Puerto.

En 1974 al licenciarse de las milicias, se incorporó a la Cervecería La Guachi, propiedad de Pepe Romero Zarazaga cuyo responsable en aquel entonces era Baldomero Rodríguez Sánchez hoy felizmente jubilado, retrasando éste la inauguración del establecimiento hasta que nuestro protagonista finalizara en la Marina Española, siendo sus compañeros en aquella época Leoncio y Manolo Leveque como cocineros, Manuel Caraballo Pacheco, Manolo Laínez entre otros.

Su periodo mas largo en la hostelería los cumplirá en el Bar Transporte, donde permaneció por espacio de 24 años. En 1978 empieza a trabajar en el establecimiento propiedad del transportista Lorenzo Cauqui Badallo, que pasará a propiedad de nuestro protagonista al poco tiempo. Aquello era algo así como un centro logístico de transporte del que carecía El Puerto en aquellas fechas y Álvaro una especie de cosario sobrevenido. Allí se podía contactar y hacer encargos para cualquier sitio de España, mientras muchas horas detrás de la barra iban fortaleciendo el negocio. Allí tuvo de cocinera a Jeroma Oreni, cuñada del exalcalde Antonio Álvarez Herrera.

Álvaro creció expandiendo el negocio con un espacio para celebraciones numerosas, propiedad de Carmen Cuvillo, en la calle San Bartolomé, 61 y el desconocido para muchos Callejón de San Diego, un callejón oculto por una portada bodeguera, situado hacia el centro del tramo de la calle San Bartolomé comprendido entre la calle de Los Moros y la calle Valdés. El cocinero era Jesús Ramírez. En esta etapa deja el Bar Transporte y se dedica a la bodega, hasta que, -por mor de las obras que Prasa iba a realizar destruyendo el complejo bodeguero de Campo de Guía (ver nótula núm. xxx en GdP) y que por la oposición ciudadana no vio la luz- acaba finalizando su contrato con los propietarios del espacio que había sido bodega de vinos.

Durante unos meses llevará, en el Camino Viejo de Rota, la restauración de la Venta Simeón (también en su día ayudó a Juan Luis Arévalo en el restaurante La Choza) hasta que es vendida por la propiedad y Álvaro recupera un espacio que tuvo durante algún tiempo: la Venta El Rubio, en la carretera de Sanlúcar, donde permanece desde hace doce años.

stats