Adiós a un español valiente

18 de octubre 2025 - 03:05

Su casa en Caracas fue la imagen habitual de los telediarios durante muchos meses. Estaba sitiada porque dio cobijo en ella a Leopoldo López, líder opositor al Gobierno de Maduro. Ha muerto el andaluz Jesús Silva, embajador que fue del Reino de España en Venezuela. Valiente como solo puede serlo quien tiene criterio propio y principios. Esta semana hemos dado un adiós prematuro a un diplomático de carrera que siempre tuvo presente su tierra. Echaremos de menos sus mensajes, sus comentarios sobre la actualidad, su alegría al compartir el ágape del 12 de octubre con otros andaluces en la diáspora, como el ingeniero Eusebio León, el ingeniero agrónomo experto en la naranja que conoció en Sudáfrica. Silva estaba llamado a mucho más. Ha fallecido en México, donde solo llevaba unos meses como cónsul en Guadalajara. Nos ha dejado un vacío y el recuerdo de ese desgarro sereno que sufren los que trabajan y residen fuera de España. Tuvo el galardón de ser considerado non grato por el régimen venezolano. Su trayectoria diplomática destacaba por su forma de ejercer la profesión, enfocando sus legaciones no a la mera representación, sino a la apertura de canales para que los emprendedores españoles pudieran invertir con seguridad jurídica, ora en las obras del Canal de Panamá, ora en proyectos relacionados con la banana o la caña de azúcar. Se tuvo que volver a Madrid por las tensiones con el matón de Maduro. Y, todo sea dicho, se sintió respaldado por el entonces presidente Rajoy. Siempre navegó con habilidad por los mares políticos de los dos grandes partidos. Quizás porque nunca dejó de ser el diplomático de vocación que concebía la embajada como una oficina comercial al servicio de los interesados en inversiones productivas, más allá de ajustarse los tiros largos. ¡Qué capacidad tenía para resolver entuertos como los derivados de los contratos que las grandes ingenieras españolas firmaban por el mundo! Hasta llegó a presidente de Ineco, la ingeniería y consultoría global. Brille para Jesús Silva la luz perpetua de su Andalucía natal. Fue valiente en tiempos de zozobra, orgullo para miles y miles de sus compatriotas en aquellos días de máxima tensión. El tiempo no ha hecho más que dejarle claro que estaba en el lado correcto. Estaba preparado para la alta política exterior, pero ha sido llamado a consultas para siempre. Y, también como siempre, ha sido disciplinado y se ha marchado a un destino libre de miserias.

stats