encuentros en la academia

Francisco González De Posada

'The Royal Society' de Londres, premio Príncipe de Asturias 2011

LA Fundación Príncipe de Asturias ha concedido en este año 2011 su Premio de Comunicación y Humanidades a la academia The Royal Society de Londres. Con ocasión de este acontecimiento actual, tal como lo han difundido la propia Fundación y los medios, se han recordado algunos aspectos ciertamente relevantes de esta institución científica y cultural.

Su origen, con fecha oficial de creación en 1660 por un grupo de unos 12 científicos tras una conferencia de Christopher Wren, lo que la impregna de naturaleza privada mantenida hasta el presente. Años más tarde nacería como academia pública, desde el poder, la Académie des Sciences de París. Así se ha destacado su antigüedad, 350 años que se pretenden reconocer y conmemorar con el Premio.

Su finalidad, "para mejorar el conocimiento natural", y con ella su continuada y progresiva actividad.

Y también se recuerdan algunos de sus miembros, entre los que se señalan principalmente a los dos científicos más revolucionarios de la historia moderna, Isaac Newton y Charles Darwin, al más famoso del siglo XX, Albert Einstein, y al más conocido de la actualidad, Stephen Hawking.

Pero en y por nuestra bahía gaditana, en sus foros y en sus medios, no se ha reparado en dos aspectos a mi juicio de significativa relevancia.

Primero, el hecho de la pertenencia a ella de los tres científicos gaditanizados más relevantes de nuestro decenio intelectualmente prodigioso, 1749-1758: Jorge Juan, Antonio de Ulloa y Louis Godin, con quienes se inició de verdad la ilustración española, fundada en raíces científicas por hacedores de ciencia. Fueron los primeros científicos españoles que ingresaron en ella. Nos cupo ese alto honor. Pero a la ciencia, a estos científicos, y a aquel Cádiz, primicia de universidad moderna en las Españas de mediados del XVIII, aún no los recordamos como se merecen.

Segundo, el hecho ya centenario de la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia de El Puerto de Santa María que, como la The Royal Society, es una academia privada, que no tiene que envidiar en nada a las academias públicas de la provincia, y de Andalucía, que camina vigorosa y ejemplarmente al servicio de la cultura y que puede ofrecerse como modelo de organización de actividades, de enseñanza, de difusión cultural y de mirada hacia el futuro.

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