Parches para Qatar

LO del Mundial de Qatar, con todos mis respetos, es un cachondeo digno de varios cuplés. Hoy empiezan a pelearse en un local climatizado los diferentes bandos para buscar la fecha menos imposible en la que celebrar la competición. Y la negociación va a estar más reñida que una semifinal. Las diferentes asociaciones continentales de fútbol, la FIFA, los clubes europeos, los petrodólares del anfitrión y otros lobbies sacarán sus mejores armas en esta batalla. Pero quizás lo más pintoresco lo representen los líderes del sector futbolístico y sus puyazos, o con otras palabras, Blatter y Platini dándose cornadas como un carnero en celo para quedar por encima del otro.

No logro entender cómo se exige a una candidatura que analice, explique, desglose, mastique y regurgite todo su arsenal de infraestructuras deportivas, hoteleras, económicas, de seguridad, comunicaciones, transportes y qué se yo que más, y lo de jugar a temperaturas cercanas a las que debe hacer en el propio Sol se les pasara. Los qataríes soltaron su órdago de poner aire acondicionado en cada estadio e imagino que con el símbolo del dólar haciendo espirales envolventes en los ojos, la mayoría votó que les parecía bien. Pero hay que ir concretando y lo del aire acondicionado ahora empieza a resfriar a más de uno sólo de pensarlo. Sin problemas, se cambia todo el calendario internacional. Pero entre ligas, parones invernales, mundialitos, ramadanes y antojos caciquiles, nadie está contento.

Me parece estupendo que se abra al Mundo la celebración de estas competiciones, pero sigo sin comprender cómo este detalle sin importancia no se resolvió antes de elegir la propia candidatura. Recuerdo que el próximo Mundial es en Rusia. ¿Experimentamos en el invierno siberiano?. Y también que Isco, el nuevo mesías, tendrá 29 años en Qatar 2022, una edad ideal para encumbrarse en los altares eternos. Así que algo nos jugamos en la fecha si no queremos ver a la Roja andando como en Brasil.