LA resolución del caso de los parados encerrados en el convento de Santo Domingo de Cádiz debería dar lugar a más de un tema de reflexión sobre derechos individuales y colectivos, responsabilidades políticas y movilizaciones justas. Si se analizara el desarrollo del conflicto con la lupa que merece encontraríamos más de una arista, más de una incongruencia, mucho más de un miedo y seguramente alguna que otra falsedad por parte de protagonistas, políticos y pueblo soberano. El asunto ha acabado ¿bien? que es lo que importa. La vía pacífica de reclamación elegida por los contestarios puede sentar precedente, y seguramente entonces no habrá organización solidaria ni administración que aguante esta peculiar manera de reinvindicar.

LA Junta de Andalucía ha sacado a exposición pública el POT (o sea Plan de Ordenación Territorial) de La Janda, una comarca con un futuro espléndido, cada vez mejor comunicada y con una infinidad de recursos industriales y turísticos por explotar. La mayoría de los alcaldes se ha mostrado satisfecho con las líneas generales del Plan, conscientes de que en estos tiempos, la explotación turística de una zona no puede seguir los criterios del desarrollismo de los 70, que acabó de mala manera con paisajes espléndidos en toda España. La sostenibilidad, la armonía y la sensibilidad con el patrimonio duradero de todos debeser la directriz que marque los planes. Por eso, todos han dado la bienvenida a este plan.