N-340

SE me ha indigestado una carretera, ufff..., qué sensación tan extraña. Una pesadez, unas molestias. No sé, debe de hacer tiempo ya porque no recuerdo haber comido carretera nacional últimamente. El caso es que lo noto desde hace un par de días. Hace un par de noches no pude dormir se me subió el malestar a la cabeza e invadió mis sueños con su Km. 0, sus travesías, sus tramos desdoblados y por desdoblar y su destino final. Y es una cosa muy curiosa, pero es que esta carretera hace el recorrido de mi vida. A su antojo, por mis intestinos.

La N-340 empieza en Cádiz y termina en Barcelona. De cuando era chico aún recuerdo el mojón de su Km. 0, nada más girar a la derecha hacia Chiclana al pasar San Fernando. Era el cruce de Tres Caminos, cuando allí solo había salinas y no teníamos ni idea de lo que era un "Parque Comercial" ni una autovía. Y si pocos chiclaneros o isleños deben saber este detalle, imaginen qué pocos barceloneses conocerán algo tan nimio en esta gran ciudad como que la N-340 entra en Barcelona por Sants y el Paral·lel, que se podía ir de Chiclana a los shows eróticos del Paralelo solo con seguir todo recto. Pero para mí esto es vital. Cada vez que piso esta avenida barcelonesa no puedo evitar sentir que es una carretera que me enlaza con mis orígenes. Más o menos directa: como la N-340 que da sus buenos rodeos. En su afán de seguir la costa, su recorrido no es el más recto entre Cádiz y Barcelona. Como mi vida, que fue por Madrid y paró allí nueve años.

Conduzco ahora por un tramo duro. Me falta tiempo para nada que no sea el trabajo, algo bajo de fuerzas y alto de cansancio, pero todo merecerá la pena cuando llegue a puerto. Hay a veces momentos tontos en los que me da por repasar mi vida, por dónde he ido pasando, dónde estoy, quién me ha ido acompañando, quién quedó por el camino. Y entonces pienso en todas esas personas que están ahí, como travesías a lo largo de mi N-340 particular en las que siempre puedes parar y reponer fuerzas para continuar adelante: Sabinillas, Málaga, Castell de Ferro, Elda e Ibi, Valencia, Tavernes Blanques, en L'Ampolla, en el Penedès y en Barcelona, en toda Barcelona. No están todos los que son, pero sí son todos los que están. Buen viaje.