Con la venia

Fernando Santiago

Gañotazos

 SÍ, sí, ya sé que es un tópico, que todos los gaditanos no somos del gañotazo, del gratis total, de "de lo que no cuesta, llena la cesta", ma si non é vero é ben trovato , dicho al estilo de 'La Sereníssima'. Solo en una ciudad como Cádiz la gente haría largas colas por un plato de algo que vale poco dinero (pestiños, erizos ). Me da a mí que en otro sitio nadie se daría de codazos por conseguir un cartel de pescaítos o una camiseta. O al menos no de la manera y el entusiasmo con el que se aplica en Cádiz el gañotazo, una palabra casi del acervo histórico gaditano. Está tan metido en la masa de la sangre gaditana que las instituciones lo aplican con entusiasmo. Hace ahora 8 meses que se hundió el Vapor del Puerto. En los días siguientes todas las administraciones iniciaron una feroz carrera para ver quién iba a apoyar con más intensidad la recuperación del barco. Ahí entraron la Diputación, la Junta de Andalucía y los ayuntamientos de Cádiz y El Puerto. Incluso el PSOE hizo una nota de prensa en la que aseguraba que el Ministerio de Fomento se iba a preocupar por el rescate del famoso barco. Tan sólo la Autoridad Portuaria, porque no le quedaba otro remedio, tuvo que apechugar con reflotar el barco a sus expensas. Daba la sensación de que en unas semanas el barco iba a estar otra vez surcando las aguas de la Bahía. A la par se creaba en eso que llaman las redes sociales (Facebook) un grupo de ciudadanos para el rescate del Vapor. Se llegaron a  apuntar 4.000, gente que delante de un ordenador estaban dispuestos a darlo todo por que el Vapor volviera a su ruta habitual. Así que en tan sólo unas semanas fuimos capaces de juntar a cinco instituciones y a miles de gaditanos en la noble causa de que volviese a funcionar ese tradicional barco que tanto debe a un pasodoble de Paco Alba.

Ha pasado el tiempo y nadie se retrata, siguiendo las más rancias costumbres gaditanas. El interés de las administraciones ha quedado en nada, en una pose ante la cercanía de las elecciones. Y de los miles de gaditanos conmovidos por el suceso no hemos sido capaces de juntar ni un solo euro. Al principio parecía que un grupo de empresarios  iban a hacerse cargo, pero como ocurre siempre en España, faltan las subvenciones públicas. Ya se sabe que mucho emprendedor, mucha innovación y mucho empresario pero si el Estado no afloja la guita, al final ná de ná. Los empresarios, como los ciudadanos, no se mueven si no se estira España. Así que todos gañotistas: las administraciones mucho chau chau, los ciudadanos se parten la camisa por Cádiz pero si les pides algo dicen que lo ponga el Gobierno, los empresarios, sean emprendedores o sean de los de toda la vida, con el cazo puesto. Y las instituciones si te he visto no me acuerdo, que ya a la gente se le ha olvidado la desgracia del Vaporcito y éste sigue varado en un dique a la espera de que alguien se haga cargo de la roncha. Por lo que parece habrá que hacerle alguna otra copla a ver si alguien se porta porque si no dejaremos el Vapor para algún Museo del Mar o para ponerlo en otra rotonda de El Puerto de Santa María, destino que gusta mucho en esa ciudad.

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