Línea de fondo

Melchor / Mateo

Fútbol auténtico

25 de agosto 2015 - 01:00

LAS cosas evolucionan a veces a costa de perder la autenticidad o la esencia. El fútbol de hoy en día va aparejado a la mercadotecnia, al consumo masivo de camisetas y de toda clase de objetos de tu club de culto o de la estrella en cuestión. Cuando vas a comprar unas botas de fútbol ya no te hablan del tipo de tacos o de su material, sino que son de Messi, de Cristiano Ronaldo o del Casillas de turno, todas compitiendo a ver cuál resulta más chillona y estridente en el diseño. Las camisetas valen 70 euros y compras un artículo que sabes que sólo va a durar una temporada, porque a la siguiente ensancharán las rayas, pondrán lisa la espalda o imitarán a las lonchas del jamón serrano.

Puede que sea un clásico pero siempre me han gustado las botas negras con el único elemento decorativo del símbolo de la marca, las camisetas austeras que se ajusten lo más posible a la que pensaron los fundadores del club y también la mística que acompaña a ciertos campos y clubes. Las chequeras de los nuevos ricos como el PSG o el Manchester City, por citar dos ejemplos, no puede competir con la magia de Anfield y el Liverpool, la historia de la Juventus de Turín, la leyenda del Ajax y el inicio del fútbol moderno o incluso, la del Benfica, que nos lleva a tiempos de Eusebio, sin citar a los clubes españoles más conocidos.

Si hay un jugador español que es un ejemplo de esta defensa de lo auténtico es Xabi Alonso, que desde pequeño mamó lo que es el oficio de futbolista a través de padre, Perico Alonso, cuando estos apenas traspasaban el mercado de lo español y no eran iconos universales.

Xabi Alonso, uno de los tipos más inteligentes dentro y fuera del campo, ha movido su carrera a través de esa mística que trae lo auténtico del fútbol, el olor a hierba y poco más. Con sus zapatillas negras ha buscado en sus equipos esa historia que da algo más que los títulos.

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