El Catamarán

Rafael Navas Renedo

Cuéntame un cuento

La casualidad ha querido que el inicio de la campaña electoral de las municipales haya coincidido con el de la vigésimosexta edición de la Feria del Libro de Cádiz, que está dedicada a Jorge Luis Borges, una de las principales figuras de la literatura universal que sobresalió, entre otras muchas virtudes, por el dominio del relato breve.  

No hace mucho, con motivo de la entrega del Premio Cervantes, la escritora barcelonesa Ana María Matute, realizó una emotiva defensa del cuento como género literario.  "Quien no inventa, no vive", vino a decir la galardonada, una afirmación que todos estamos dispuestos a suscribir porque sin imaginación no podríamos ser capaces de sobrevivir. Y no sólo en los tiempos que corren, que sin duda no han sido los peores, sino a lo largo de toda la Historia. Por eso la casualidad, que es muy suya, ha querido que políticos y escritores, partidos y libros, se sienten estos días delante de los ciudadanos para contarles historias.

Si se trata de inventar, estos días los cuarteles de campaña de los partidos, están que echan humo. Da igual que hayan tenido cuatro años para pensar qué decir, prometer o hacer. Al final, en campaña es cuando todo se cuece en la cocina de las formaciones políticas. Se actúa en función de lo que el rival diga o haga, lanzando una respuesta o un plan que vaya un poco más allá. Las promesas juegan a las subastas y siempre han de quedar por encima de la del otro, por ridículas que puedan parecer.

Que después de cuatro años de gobierno u oposición tengan que ser estos quince días los que marquen una decisión, resulta curioso. Los ciudadanos ya los conocemos de sobra por sus actos u omisiones. Pero estas son las normas y así se las contamos. Así funciona esto, como el niño que se va a la cama y no es capaz de dormirse si no le cuenta su padre o su madre o un cuento.

El tradicional homenaje a las letras que es toda feria del libro no hace que se vendan más ejemplares, igual que una campaña electoral no ayuda a que se incremente el entusiasmo de los ciudadanos por la política, sino más bien lo contrario. Los electores tienen la sensación de asistir a un ritual en el que sólo se cuenta con ellos durante quince días y luego si te he visto no me acuerdo.

El pregonero de la Feria del Libro de Cádiz, Julio Llamazares, escribió en su último libro un magnífico relato llamado Un cuento de encargo sobre un escritor atrapado por la obligación de tener que contar una historia. Algo así tienen que hacer los políticos estos días de campaña: hablar por hablar, inventar historias para alimentar su existencia, aunque en ocasiones no digan nada. 

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