LAS Organizaciones No Gubernamentales tienen una importancia capital en la planificación, desarrollo y funcionamiento de la sociedad. En numerosas ocasiones suplen las funciones de la administración pública; es digno de todo reconocimiento el trabajo callado que vienen desarrollando Cáritas o los Bancos de Alimentos, ayudando a miles de familias a burlar con dignidad el macabro abismo de la pobreza.

En otras, ponen en cuarentena la promulgación de leyes que los gobiernos no han consensuado lo suficiente con sus accionistas mayoritarios -los contribuyentes- para incorporar enmiendas que las hagan más justas para la sociedad que administran. Y por no seguir hasta el infinito, también complementan la insuficiente respuesta que el sistema ofrece a enfermedades que, sin ser vistas como graves por el común de los mortales, minan la salud mental de quienes atienden día a día a sus amados familiares, dependientes y necesitados de atención permanente; es el caso de Autismo Cádiz o de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (A.F.A), cuya meritoria labor pocos conocen.

Permítanme que me detenga a comentar sucintamente el caso, sin parangón en Andalucía, de la Asociación para la Atención a Personas con Necesidades Socio Educativas Especiales de El Puerto y Bahía. Más conocida por su acrónimo, AFANAS es el paradigma de lo que debe ser una ONG y condensa como pocas el sentido de responsabilidad que debe imbuir a quien se precie comprometido con la sociedad en la que vive. Para cumplir sus objetivos fundacionales, esta sexagenaria y vigorosa entidad -fundada en 1964- emplea a 840 personas. Sí, un impresionante equipo humano que desempeña una serie de actividades industriales y comerciales entre las que encuentran una granja avícola, una fábrica de lejías, una imprenta, una carpintería, un bar-restaurante y un complejo deportivo. Las actividades empresariales propias, los conciertos con la Administración y las concesiones públicas permitieron a AFANAS atender en 2012 a 1.937 personas con necesidades especiales gestionando 49 centros ocupacionales y de menores, pisos tutelados, colegios y residencias.

Esta imponente labor social hace que AFANAS gestionara en el ejercicio 2013 un presupuesto de casi 23 millones de euros, con el único propósito de hacer más felices a los ciudadanos, endulzar la amarga realidad de cientos de familias gaditanas y contribuir al mantenimiento de una sociedad más justa, comprometida y equilibrada.

Apoyemos, pues, la comprometida labor de tantas y tantas iniciativas que, con su trabajo diario, ponen en práctica y demuestran con hechos los ideales de la sociedad que un día soñaron.