Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

Cada vez que alguien del carnaval dice la palabra "canalla" se muere un gatito. La previsible cadena de simplezas suscitada por la muerte de Juan Carlos Aragón ha hecho mella en la falta de originalidad de autores y comentaristas, algo que él mismo hubiera detestado. Por si fuera poco se dice canalla como si fuera un elogio cuando en realidad es todo lo contario. Ya saben: el primero que dijo tus labios como rosas fue un genio y el último un idiota. No sé si en algún momento a alguien le pareció original decirle a Juan Carlos Aragón que era un canalla, a él le hizo gracia, y así siguió la historia. Igual lo era, no le conocí lo suficiente para decirlo. Quizás sea mejor definirlo como trasgresor, dentro de los límites de un concurso al que nunca faltaba. Es cierto que buscó la manera de ir contracorriente, una parte por su carácter y otra parte porque el personaje devoró a la persona. Le gustaba ir a contrapelo, dentro de lo acartonado que es un concurso de carnaval sepultado por las normas y reglamentos de todo tipo, que en teoría lo organiza el Ayuntamiento pero deciden otros que no tienen la menor legitimidad para repartir palcos, acreditaciones, resolver la adjudicación de la señal de televisión y demás decisiones relativas a este certamen que los más simplotes llaman COAC y la gente dice el Concurso o el Falla. En realidad fuera de las normas viven las cientos de agrupaciones callejeras que no precisan de reglamento, cantan lo que quieren con el número de componentes e instrumentos que les da la gana sin más interés que pasar un buen rato. Esos sí son capitanes veneno, incluso coroneles. No diría que son canallas porque hay decenas de autores y componentes cada uno de su padre y de su madre, pero no se atienen a reglas fijas ni hay procopios que decidan por ellos si ven en un monitor al Cádiz o cómo repartir las entradas de unos palcos. Es un mecanismo algo manoseado pero si recurrimos al diccionario de la Academia canalla es persona ruin y despreciable.Supongo que nadie de los que repiten como loros, en una copla o con un micrófono, lo de "canalla" no querrán expresar el verdadero significado de la palabra. Es lo mismo que ese elogio tan del carnaval ("carnavalescamente hablando", como le gusta a Javi Osuna) "pocavergüenza" que al parecer quiere decir alguien divertido y desenfadado. Dicen que el Plagiador de Dos Hermanas también ha aplicado el Satisfyer en eso de Juan Carlos. Códigos sublimes de metacarnaval, signifique eso lo que signifique, que diría Millás.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios