Con la venia
Fernando Santiago
Zambombá
SEGURO estoy que has oído lo que yo, que se está levantando una presión insoportable. Sobre Rajoy, para que se abstenga en la votación de investidura de Pedro Sánchez; sobre Pedro Sánchez para que no llegue a acuerdos con Pablo Iglesias. Es más, crece tanto el pensamiento totalitario últimamente que lo del alcalde de Cádiz es una minucia si se compara con otras cosas. Manifestar que quien se mete con el alcalde se mete con todos los gaditanos es como el remate de un cuplé, una chuminá totalitaria al lado de quienes te etiquetan peligrosamente si manifiestas que lo mejor que puede ocurrirle a nuestro país es que haya un acuerdo de Ciudadanos, PSOE y PP. Porque esta fórmula, aunque sea para poner un poco de orden en las reformas necesarias y por un tiempo pactado, es lo mismo de lo mismo, corrupción, partidos de la casta, el PP y su marca blanca, y la socialdemocracia como todo lo peor, que es el pensamiento comunista clásico.
Así que van pasando los días del gobierno en funciones y el único que está aparentemente tranquilo es Mariano. Porque Pedro Sánchez tiene mal color y el gesto que no puede reprimirse, Rajoy sigue en gallego completo y Pablo Iglesias ensaya un melifluo amoroso que no convence ni a los suyos. Todos ganan si PP y PSOE pierden, en definitiva. Por esto me temo que las cábalas, los acertijos, las certidumbres, las adivinanzas y los augurios… como que no. Lo que es algo y lo contrario no es, en la realidad. O sea, no se puede afirmar que habrá nuevas elecciones o no. Ni lo que nos llega, que o vicepresidencia para Iglesias o nada. Como la incompatibilidad de Ciudadanos y Podemos. Un barullo el centro del campo. Con el ciudadano Garzón de espectador debajo del árbol, por si cae la breva, y el resto a lo suyo, con el piloto automático puesto, cada uno en la dirección abismal que han elegido.
Por esto te decía que lo mejor es esperar a que pase el tiempo y se pongan o no se pongan de acuerdo. Más que nada porque para cada situación hay una solución. Digo un gobierno, el que sea, ya eso se verá, sin con vicepresidente Iglesias o nuevas elecciones. Así que están en los telediarios, en las tertulias, en las cábalas, acertijos, adivinanzas, augurios y los ya te lo decía yo. Con la catástrofe financiera que -nos avanzan- se está formando en la nube donde se guardan con siete llaves los secretos terribles de este mundo.
Queda menos. ¿Qué creo yo? No tengo ni idea. ¿Nuevas elecciones?
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