Hay eslóganes de campaña que perduran aun con el paso del tiempo aunque se borre incluso la memoria sobre su origen. Es lo que pasa con la campaña al senado en las elecciones de 1977 del que fuera alcalde de Cádiz y procurador en Cortes, Jerónimo Almagro. Había votado que no a la Ley de Reforma Política que trajo la democracia a España y debió pensar que la mejor manera de obtener el apoyo ciudadano suficiente era recordarlo de manera enfática "Sí cuando es sí, no cuando es no" bajo el símbolo del partido con el que se presentaba, la Falange. Ni que decir tiene que no obtuvo escaño pero la frase, por rotunda, ha quedado en la memoria de mucha gente. Aquella campaña en la provincia tuvo como protagonista a Rafael Alberti, recién vuelto del exilio("vuelvo con la mano abierta y no con el puño cerrado"), que encabezó la candidatura al Congreso por el Partido Comunista. El poeta portuense daba los mítines en verso, algo insólito en la historia política. Salió elegido diputado aunque dimitió al poco tiempo para dar paso al trebujenero Paco Cabral . La foto de la Pasionaria y Alberti bajando desde el escaño hacia la presidencia del Congreso en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo para constituir la mesa de edad simboliza todavía la recuperación de la democracia. En la UCD de aquella época mandaban lo que llamaban el sector liberal, motivo por el cual salieron elegidos diputados Fernando Portillo (que había sido presidente de la Diputación en el franquismo) y José Manuel Paredes. El PSOE ganó con la comodidad de cuatro diputados entre los que estaban Manuel Chaves y Ramón Vargas Machuca. Al senado se forjó una coalición de todos los partidos de la izquierda y la democracia cristiana con Patricio Gutiérrez Cano, Guillermo Alonso del Real y José Manuel Duarte. La coalición PSP-PSA la encabezó un sindicalista de la USO que había sido arrumbador en El Puerto, Esteban Caamaño. Uno de los grandes pinchazos de aquellas elecciones fue el de la Democracia Cristiana cuya lista encabezaban José Ramón Pérez y Díaz Alersi y un inspector de educación que luego iría girando a la izquierda de manera paulatina, Gervasio Hernández Palomeque. En el convento de Santo Domingo de Cádiz estaba el grupo más animoso de los que hicieron campaña por este partido. La Alianza Popular de los Siete Magníficos llevaba a Francisca Gámez, conocida por Pepita del Castillo, que tampoco salió. Ahora se cumplen 40 años . Podríamos resumir con Alberti : yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos.

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