Al curricán

José / Manuel / Serrano Cueto

Aníbal

06 de febrero 2014 - 01:00

NO voy a hablar del general cartaginés; tampoco de Hannibal 'El caníbal', sino de otro Aníbal que espero dé también mucho que hablar, al menos durante algún tiempo. El pasado martes comenzó en Telecinco El príncipe, que para mí cuenta con varios alicientes: su carácter de thriller, el protagonismo de ese enorme actor que es José Coronado, su ubicación en un marco real, como es el barrio ceutí que da nombre a la serie (¿y por qué será que me llaman la atención los barrios marginales?) y la presencia a partir del segundo capítulo del personaje de Aníbal.

El porqué de esto último es más emocional que otra cosa: lo interpreta no solo un viejo amigo, sino un actor al que respeto y con el que he tenido la oportunidad de trabajar. Se trata de Antonio Mora, ceutí además, protagonista de mi largo documental Contra el tiempo, de la obra de teatro La taberna fantástica que monté hace años en Málaga y presente en un papel secundario en otro de mis montajes escénicos, La mordaza. No es su currículo conmigo lo más destacado de su joven y prometedora trayectoria, qué va, que Mora tiene en su haber pocas películas, papeles de reparto la mayoría de las veces, pero en títulos y con directores tan prestigiosos como estos: La caja 507 y La vida mancha (Enrique Urbizu), Celda 211 (Daniel Monzón), También la lluvia (Icíar Bollaín), Silencio en la nieve (Gerardo Herrero)...

Por lo que sé, el traficante Aníbal que podremos ver la próxima semana es uno de esos personajes jugosos, a los que un actor puede y debe sacarle partido, un dulce que quizás sirva para endulzar los años venideros de Antonio Mora; el trampolín quizás para un futuro en la interpretación como él se merece. Aún lo recuerdo en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga aquel primer día que se presentó a las prácticas de los de dirección y vi en él, a pesar de su juventud y su inexperiencia, al Rogelio de la obra más etílica de Alfonso Sastre. No me equivoqué: sorprendió a alumnos y profesores. Por eso no me extrañó nada que Urbizu lo eligiera para La caja 507. Por eso no me sorprendería nada que se convirtiera en una de las estrellas de nuestro cine. Y que yo lo vea, a ser posible en una película mía.

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