La esquina
José Aguilar
Felipe VI, más solo que nunca
ME contaba el antiguo profesor del Instituto Columela, don Bernardo Perea, la siguiente anécdota. Un alumno en el examen oral se mostraba muy nervioso y el presidente del tribunal le inquiere: "¿Qué le pasa a usted?". A lo que el alumno contesta: "Es que estoy acojonado". "Querrá decir usted acongojado". Y le responde el examinando: "Sí, señor, estoy aconacojonado". Pues eso, muchos autónomos, muchos pequeños empresarios, que son los que proporcionan el mayor número de puestos de trabajo están aconacojonados. Y es muy sencillo comprenderlo.
No se trata sólo de lo del referéndum pro independencia catalana, es mucho más. A nadie le asusta un gobierno socialista, que aquí como en toda Europa ha gobernado con realismo. Lo que le asusta es que frente a una derecha, crezca una izquierda radical, populista y boliviarana, que bebió en los viejos legajos y que hasta los chinos están ya abandonando. Y a su cola ¡ojo! emerja otra derecha montuna. Y entonces la que se pretende, segunda transición, no sea posible, sin que medie lo que cimentó e hizo posible la primera, el diálogo, la concertación y la tolerancia, que pese a todo ha dado a la nación progreso, riqueza y paz. En las pasadas elecciones ha habido castigo del pueblo contra la corrupción y los partidos. No cabe duda, la gente estaba escandalizada y harta de tanta transigencia. Y mucho voto fue motivado por esto. Pero de eso al populismo y al ¡Viva Cartagena! va una pechá. Antes, en las elecciones, quienes tenían la sartén por el mango eran los votantes. Ahora quienes la tienen son los partidos. Ellos tienen la responsabilidad, que antes pedían a los ciudadanos y no deben actuar en aras de sus propios intereses. Y eso, sin aires de tormentas, en un país, en un tiempo moderno y en un medio europeo. Con mesura, calma y sosiego.
P/D Se podrán tomar las medidas que los políticos decidan, pero si falla la base, la estabilidad de la pequeña y mediana empresa, quienes más va a sufrirlo son los que ya lo sufren. Lo peor que pueden hacer los partidos es aconacojonar, no a la gran empresa, que también, sino al de la esquina, que además de trabajar como un mulo, tiene cuatro familias a su cargo.
También te puede interesar