Fútbol El Cádiz CF, muy atento a una posible permanencia administrativa

Desde siempre he oído a algunos escritores hablar del miedo a la página en blanco. Por fortuna no pertenezco al grupo; pero ahora, aquí, mientras suena el piano de Scriabin (opus 16) en la soledad de mi despachito, he pensado en ellos, en aquellos que, con toda razón, tienen derecho, bueno, no sé si la palabra adecuada es “derecho”, a eso, al terror a la página en blanco, pues a mí, ahora mismito, como diría Curro, me está pasando. Porque debo garrapatear sobre el partido que jugó el Glorioso en Gerona y no hallo nada que llevarme a la pluma. Y digo Gerona lo mismo que digo Londres o Burdeos. En español, vamos. Porque decir jugar en Girona es como decir jugar en London o en Bordeaux.

Y es que ajustarme a una crónica de números y guarismos no es mi estilo. Pero me dejó un sabor tan extraño ese Gerona-Cádiz que… Verbigracia, aún no he podido digerir ese rotundo cuatro que nos hicieron los gerundenses. Así, de sopetón, no recuerdo que nos hayan metido cuatro chicharitos esta temporada. Los dos primeros goles de los a rayas rojas fueron fruto de un Gerona a lo grande, y, cuando este equipazo coge la muleta con la mano izquierda, hay que entregarse. Fueron, son mejores. Inevitable. Oposición ninguna; pero el tercer gol era eludible y el cuarto… El cuarto es pa descambiar a Ledesma, si no fuera porque Ledesma nos ha demostrado, excepto en Vallecas, que es un porterazo como la copa de un pino piñonero y nos ha salvado de un chorro de goles. Perdonado queda. Y queda el ridículo también. Asimismo la lentitud de Chuts. Dicen que lo quiere el Valencia. Lo dudo… Alcaraz sale en el cuadro. Vaya recorte que le hace el máximo goleador de la liga española en su gol. Y en el área chica.

El segundo tiempo fue pera de otro peral. No sé qué opinarán ustedes, dilectos lectores, pero a mí me gustó el Glorioso del segundo tiempo. Porque la pelota estuvo muy lejos de Conan. Porque pasamos muchos minutos en su campo y algunos en su área. Porque el Glorioso mereció algo más que un gol solitario. A vuela pluma recuerdo un balón que a dieciséis metros de portería le queda de dulce a Pires, éste le pega con toda el alma, muy duro, mas al centro mismo del arco. Cualquier portero la habría parado.Y es que el equipo mejoró con los cambios. Por fin vimos al mejor que tenemos arriba, Roger. Tiramos muchos córneres. Y sin peligro. Salió Roger y, alejado del palo, sin meterse en la melé, la pica al segundo palo y allí la empuja Escalante, otro que cuando recupere la forma debe ser siempre el acompañante del peleón Alcaraz, ya que Fdez. no está para estos trotes. Ha perdido fuelle. No es el que era hace pocos años. En cuanto a Mini Gómez, more of de same, que diría Aznar si Aznar hubiera sabido inglés alguna vez. O sea, más de lo mismo, en la lengua de Góngora. ¿Cuántos goles ha marcado desde que abandonó Turquía?

Cero. Cero es cero. Pellegrino sueña con el Gómez del Celta. Pero ese jugador ya no existe, Pele. ¿Cómo no ves eso? O juega por orden gubernativa. Peor me lo pones, entonces. Juanmi bulle, se mueve, tiene pinta de jugador de primera, a veces marca un golito. Pues al banquillo. ¿Por qué no probamos una dupla pequeñita, pero matona, con Juanmi y Roger? Porque como en el chiste de Forges, “algo tenemos que hacer, porque llevamos así meses”. Y la oreja peluda de la segunda por la puerta asoma.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios