La corrupción trae más que costes políticos
De Medina... de Vejer ...
La Corredera
Cecilia Bohl de Faber (1796- 1827) fue una escritora muy importante que nació en Suiza pero vivió mucho tiempo en España, Sevilla y hasta en Chiclana. Cambió su nombre por un seudónimo, Fernán Caballero. Fue muy amiga de nuestro célebre escritor Padre Coloma. De uno de sus libros, curioso y muy conocido, La Gaviota, es de donde extraigo un dicho popular del aquel entonces o que se lo inventó ella misma: “De Medina son los zorros; de Vejer, la Pompa Vana; los pescadores, de Conil; y los borrachos de Chiclana”. Cada uno tiene su porqué, solo cambio un poco el de Conil y ello porque es paralelo al que ella empleó, porque los conileños aprovechaban que los barcos se acercaban por estas costas para coger agua y ellos se aprovechaban y sustraían el pescado que portaban. Y otra anécdota curiosa, cuando eran las almadrabas, algunos escondían un atún en la arena y luego, de noche, lo sacaban y entre tres lo llevaban; entre ellos, en medio, como si fuera un compañero, hasta sus dominios, sin que nadie percibiera el truco.
De Medina son los zorros… y presumo que sabedor ella, de los trucos que los asidonenses se las traían para poder soslayar los excesos contributivos del Duque de Medina Sidonia a fin de poder menguar sus atropellos y contribuciones. De Vejer la Pompa Vana. Tiene su explicación. Desde la conquista de Sevilla hasta la de Algeciras, 1329 y 1342, Vejer fue un núcleo amurallado defendido a muerte por sus habitantes cristianos castellanos, aragoneses y de todas las demás regiones ya reconquistadas a los moros. Eran segundones pero bravos y heroicos, que no tenían títulos nobiliarios pero si tenían y ejercían sus cualidades y costumbres hidalgas: fiereza, lealtad, modales, etcétera. Y así ejercían como gente muy noble sin ser más que plebeyos. Aún se conservan algunas de estas viejas costumbres; en los duelos no se dan besos ni abrazos, solo “la célebre cabezá” al pasar delante de ellos. Luego la ‘cobijada’, mujeres cubiertas con el traje típico castellano de manto y saya. Además, el saludo cotidiano de buenas tardes y buenos días a todo quisque. Y de Chiclana, su riqueza en bodegas y sus vinos : Collantes, El Sanatorio, Aragón... Y ella lo sintetizó todo de la manera y refrán señalado.
P.D. Aquí termina el cuento, que tantas veces hemos comentado sin que nadie se moleste, porque no es para tanto y, además, respondía a las costumbres que la buena de Fernán Caballero recogió en sus escritos.
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