El Madrid sigue adelante

Ahí,a lo tonto a lo tonto, el Madriz, como dicen ellos, con zeta, va, navegando hacia el muelle de la final, apoyado (parcialmente, desde luego, pues a esto de la pelota son once, no uno) en el Nene. Por fin alguien echa mano de la Fábrica. ¿Quién inventaría eso de la Fábrica? Que palabro tan feo. En vez de curtir muchachos parecería que elaboran chopelpó (palabro calle Botica), o cerveza o tornillos o misiles, ahora que están de moda? Un trato, hombre, para la chavalería. Porque si a Javier Alonso no se le ocurre poner a Gonzalo García, el Madrid tendría 4 goles menos, y cualquiera sabe adónde estaría, quizá hasta eliminado, como el glorioso Bayern de Munich, que caería, en un partido que me plació, con uno que tiene pluma de ganar este mundialito fifero traga perras. O traga dólares. Aunque los campos estén vacíos, excepto cuando juega el Madrid. ¿Se imaginan cómo estarían en una final blancoazulgrana? Navajazos por una entrada. Pues eso, el partido. Gol del Nene. Qué bien coloca el pie y qué habilidad para estar completamente solo en el área chica. El central, cogiendo moscas. Oí a un madridista exaltado decir la barbaridad de que es mejor que Embapé, no les digo más. No es Embapé, pero ruego al seleccionador nacional que se lo mire, porque España no tiene un 9, ni de garantías ni de nada. No tiene. Porque los remiendos vascongados de Alonso o de Oyárzabal, con tilde, queridos colegas, son eso, recosidos. Respetables, sin duda, pero zurcidos, al fin y a la postre.

El equipo tiene otro aire con la dirección del centrocampista que junto con Busqué sostuvo a España en el hito más memorable que se recuerda. 2008/2012. En medio, campeones del mundo por primera vez. Tanks, Iniesta. El Real, que parecía que manejaba el partido como quería, frente al no muy fuerte Borussia, no tuvo que dirigirse a la prórroga de milagro, porque ese goleador nato que es el hijo de la Mari, marcó en el minuto 94 un ratonero gol. Y es que los amarillos metieron dos goles en un plis plas. Quizá hemos exaltado excesivamente al larguirucho central de nombre impronunciable. Hay darle un hervor, si quiere ser titular con el grupo del Bernabéu y con la Selección nacional. Hizo un penalti impropio de un futuro crack. Abro un paréntesis con interrogación: ¿Por qué, todos los futbolistas del mundo, todos, se van a protestar al árbitro cuando les pitan penal? Lo cual, que, además de inútil, es hacer oposiciones a tarjeta de un color u otro. Memez.

En la jaula de enfrente, mordiendo a todo el que se acerca, el león de París. Éstos no van de coña, éstos van a por el fifero Mundialito gana dólares vía tv. Y eso que los muniqueses se emplearon bien, hasta el punto que parecía podían ganar el partido ante un Vitiña muy marcado y un ataque galo borroso. Pero tienen recursos y un pedazo de entrenador. Metió a Dembelé y terminó el match. Y es que es muy bueno, aunque en el Barsótida no hiciese más que jugar a la play y comer pizza hasta el alba. ¿Qué le habrá dicho Luisenrique para transformarlo así? Me imagino la boquita del tal cuando coge a solas a un jugar suyo. ¿Vieron por televisión la bronca que le echó, nada menos que a Embapé? A otra cosa, que se me olvidaba. ¿Alguien sabe por qué el Madrid perdió a Jaquimi? Ahora le vendría de perlas, porque Trent ha venido más a disfrutar que a jugar a este país que todavía llamamos España.