Dejadas a su muerte

Hace unas semanas dejé escrito que echaba en falta la dimisión de la Consejera de Salud de la Junta de Andalucía por los fallos en el programa de cribado del cáncer de mama. Días después, Rocío Hermández presentó su dimisión al presidente Juanma Moreno. Pero ahí no debe acabar la cosa, ni mucho menos. Como contramedida de inteligencia se expuso en algún medio de ideario afín al PP andaluz que la modificación que posibilitaba no llamar a las mujeres con cáncer de mama que esperaban el resultado de pruebas diagnósticas se produjo bajo el mando de María Jesús Montero, hoy vicepresidenta del gobierno, la antaño mano derecha de Susana Díaz (lo que son las cosas). Pero, llegados a este punto, lo mismo me da que me da lo mismo. Lo que tiene que hacer el presidente Moreno es coger el toro por los cuernos, como bien ha dicho, y aumentar muy mucho el gasto presupuestario en Sanidad, en contratar médicos de todas las ramas y especialidades, y no sólo ellos, sino también enfermeros, auxiliares y celadores, y adquirir maquinaria de última generación, además.

Porque precisamente en nuestra salud no nos van a engañar porque somos actores de la comedia bufa a la que asistimos, cual gato de Schrodinger, diariamente. Si entramos en la aplicación de "Salud responde", las citas presenciales con nuestro médico de cabecera son para semanas después, pero es que las telefónicas le van a la zaga. El viernes pasado solicité yo una por teléfono para que me renovaran el tratamiento de la tensión y me la han dado para el 10 de noviembre. Puede usted contar los días de espera para hacer una simple llamada que va a tardar, a lo sumo 2 minutos. Pero, por otro lado, podemos encontrarnos con una dolencia mayor, una hernia inguinal, la vasectomía, una meniscopatía, el deterioro progresivo de nuestras córneas, y vemos con horror la manera en la que pasan y pasan los meses hasta que te dan una cita para seis meses después.

Desconozco si en un plazo inminente se notarán los cambios que ha expuesto Juanma Moreno, pero tengo claro que la salud siempre urge. Ayer se han manifestado diferentes movimientos asociativos denunciando el escándalo de los cribados del cáncer de mama, pero hay otras muchas heridas abiertas en la sanidad andaluza: miomas uterinos y endometriosis que provocan importantes sangrados, y que no se operan porque hay listas de espera y son preferentes las enfermas de cáncer… a las que no se llama por teléfono, dejándolas a su muerte, a unas y a otras. Y así todo.

Tenemos casos conocidos, en casa o fuera de ella, y sabemos que debemos protestar para evitar su perpetuación. Esto no va de una utilización torticera de los colores políticos, sino de la vida y la metástasis. Y que conste que sé que los médicos se ven superados, desbordados, en pleno proceso de burn-out. Pero siguen, lo intentan. Son otro tipo de héroe olímpico, sobre todo los que no se creen semi-dioses. Moreno sabe que tiene aquí su neoplásico talón de Aquiles y tiene que operarlo con urgencia saltándose cuantas listas de espera encuentre a su paso. Con independencia de la responsabilidad en que pueda haber incurrido, las elecciones, como los tumores malignos, no entienden de paciencias.