Pausa en el proceso desinflacionista

La lectura de los indicadores adelantados en la Eurozona ha confirmado la resiliencia de la actividad económica. Un dinamismo que previsiblemente tendrá consecuencias sobre la evolución de los precios de cara a la temporada estival.

En este sentido, en España, la inflación general de mayo ya ha dado muestras de este repunte de las presiones inflacionistas. En concreto, el IPC general repuntó en mayo 0,3 pp respecto a abril hasta un 3,6% interanual, ligeramente por debajo de lo esperado por el consenso del mercado, al mismo tiempo que la tasa de variación interanual del IPC subyacente aumentó un 3,0% (vs. 2,9% en abril). Una tendencia impulsada por el encarecimiento de la energía y los servicios y que podría consolidarse en los próximos meses ante las positivas perspectivas de la campaña turística, en la que podría batirse nuevos máximos históricos, y una vez retirada la rebaja temporal del IVA de los alimentos a finales del próximo mes de junio.

Esta evolución al alza de los precios se ha observado, a su vez, en el conjunto de la Eurozona, donde la tasa de inflación general se aceleró respecto al mes anterior por primera vez desde el pasado diciembre hasta situarse en un 2,6% interanual, complicando la labor del BCE, que la semana que viene presumiblemente recortará 25 pb los tipos de interés.