Analizar la dimisión de la exministra de Sanidad el pasado martes me preocupó. Trajo a mi memoria la de la presidenta de la Comunidad de Madrid ocurrida meses antes por esas cremas que costaron tanto, pese a su baratura. Aquello no estuvo bien pero si pagó cuando ocurrió, ¿qué buscaron años después? ¿Desprestigiarla?

Volviendo a la señora Montón me pregunto qué irregularidades hay al no presentarse a un examen de máster al mismo tiempo que su clase. Pudo estar indispuesta y hacerlo después y supongo que esa consideración la habrá con otros alumnos. Sobre copiar "literalmente" vuelvo a dudar: ¿y si olvidó poner lo copiado en cursiva o los pies de páginas? Estos detalles la habrían salvado del escándalo y la copia se llamaría "investigación". Ahora andan detrás del señor Casado, del presidente…

El afán de engruesar currículos es patente en la sociedad actual. La competencia llega a ser tan fuerte para nuestros jóvenes que, por si no bastan sus esfuerzos para acabar las carreras, tienen que ser más. Destacar. Despuntar. Sobresalir. ¡Vaya palabras! Entonces llegan las lluvias de másteres ofrecidos por quién sea y para el fin que sea. ¿Quién pervierte a los candidatos políticos y les ofrece mejorar su currículo? ¿Esperan después, cual zorro, que esté a punto el ratoncillo para no acusarlos a cambio de algunos favores? Leí en la portada de un libro: "Menos másteres y más imaginación".

Al mismo tiempo, los partidos presionan: deben dejarse ver en sus sedes, trabajar por las causas que abanderen, salir en prensa… les exigen auténticos caso de "bilocación". ¿Entiende alguien a esta sociedad perdida? Si denuncian esos asuntos en nombre de la verdad, ¿a qué o quién sirve esta verdad? Huele a manzana envenenada. Demasiadas/os Blancanieves. Percibo sus desencantos cuando dimiten: es muy triste verlos tan rotos, después de tantos esfuerzos, ilusiones y esperanzas.

Si existe una mano busca-enredos detrás relamiéndose, sepan que disfruta al zancadillear a nuestros partidos y que su objetivo es desestabilizarnos. Sentimos lo ocurrido. El pesimismo nos invade y estamos hastiados. Pedimos a nuestros representantes que gobiernen. Que recuerden la necesidad de solucionar asuntos urgentes que no pueden esperar. Que no se distraigan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios