Tras tantos seriales maratonianos y cotidianos en las autonómicas como el vasco Goenkale o nuestro (y añorado) Arrayán en Canal Sur, el culebrón autóctono español había dejado de crecer aunque productos específicos como Al salir de clase, por donde estaban Rodolfo Sancho o Elsa Pataky, se convertía en cantera a partir de sus renglones previsibles. Telecinco, en su última apuesta atinada por la serie diaria, acertó de pleno versionando Betty la fea. Y nada más, después.

En este panorama de producción industrial de capítulos donde no desmereciera la calidad la firma Diagonal TV fue un paso más allá en 2005 con Amar en tiempos revueltos para TVE. Encajaba en la etapa de Zapatero y la revisión de la posguerra. Aquel dramón coral de los 40, a modo de Cuéntame, fue repasando las décadas hasta casi plantarse en los 80 desde la barra de El Asturiano. Lo que nos une a todos los españoles es el amor por el bar de nuestra esquina.

RTVE, con esa capacidad de verse metida en líos en cuanto la política sobresalta los despachos, perdió su serial de enganche y hasta La Promesa le ha costado más de un decenio encontrar esa historia adecuada que haga sentar en la silla con adicción a los más fieles a este tipo de hábitos diarios. Amar pasó a Antena 3 y en su actual cadena ha vivido una etapa de estabilidad, con su labor de factoría de intérpretes y con la fidelidad que despierta su trío de cabeza, con los actores Manu Baqueiro, Itziar Miranda y José Antonio Sayagües, Marcelino, Manolita y Pelayo. Para sus espectadores son como de la familia.

Amar es para siempre ha concluido su rodaje en esta semana, cerrando un periplo de 18 años, asistiendo a todos los cambios posibles, inclusive el de formas de consumo de la pantalla. De esperar el inicio del capítulo tras una tanda de anuncios en La 1 a pasar por la TDT, la TVE sin publicidad y los contenidos bajo demanda. Casi en 18 años de forma externa la serie ha vivido más Historia que la relatada durante más de 40 años en la ficción. Manu e Itziar han vivido más que Marcelino y Manolita.