Después del varapalo sufrido en el Ministadi del Barcelona B, es indudable que el Cádiz se aleja de los play-off del ascenso a Primera División, salvo milagro de última hora. Y es que poco se puede apostar por lograr este objetivo si nos atenemos al bochornoso encuentro que el equipo amarillo ofreció frente al filial azulgrana.

Fue el del pasado domingo un partido calamitoso por parte del cuadro de Álvaro Cervera, que decepcionó de principio a fin.

Su actuación estuvo manchada por un color gris oscuro. Nada por aquí, nada por allá. Fue tan tenebroso el choque frente al filial azulgrana que el marcador de 3-0 hasta se quedó corto para las muchas ocasiones que tuvo el conjunto que juega en el Miniestadi.

Si en lo que resta de temporada el conjunto cadista no da un vuelco de 180 grados, es indudable de que la próxima seguiremos estando con Segunda División A, por más que nos duela.

En consecuencia, se está obligado a cambiar de actitud pues seguir como hasta ahora sólo nos reportará un calamitoso balance fin de temporada,

Quiero con ello incidir en que los de Cervera deben apostar por la victoria en lo que queda para terminar la presente temporada.

Ya está bien de salir a empatar, que es empezar a perder. O sea, nada más lejos de encauzar un partido "made in amarrategui", que, por desgracia, es por lo que está apostando Álvaro Cervera.

Y así no se va a ninguna parte. O sea.