Ojo al fin de semana

Del arco pasa al cine

  • El dramaturgo se estrena como director con 'Las furias', con un reparto que reúne a José Sacristán, Gonzalo de Castro o Carmen Machi

Del arco pasa al cine

Del arco pasa al cine

El dramaturgo Miguel del Arco se lanza al cine con Las furias, un primer largometraje que, como no podía ser de otro modo en un productor que "bebe y come" teatro clásico, bordea la tragedia griega en el día a día de la familia de hoy.

Una grandeza, esta de los clásicos, que según el actor José Sacristán, el padre dominante de los Ponte Alegre (protagonistas de la película), las familias de hoy "ya no alcanzan": "Yo, que ya soy mayor, y por las noticias que tengo -indica Sacristán-, pienso que los problemas familiares de hoy son más bien sainetes; o esperpentos, o chascarillos en comparación con la grandeza, hasta moral, que tiene la tragedia griega. Hoy esa grandeza no se alcanza, todo es astracán, vodevil".

Coincide con el actor su director, Miguel del Arco, quien ve que en las familias de hoy "nos liamos por cosas a las que damos mucha importancia" pero que no pasan de un análisis.

"Una bobada suele estar detrás de que no le hables a tu hermano durante veinte años. Todas las familias son las mismas y únicas; nos parecemos todos, cortados por el mismo patrón. Queremos querer, queremos ser queridos, queremos dar un sentido a nuestra vida y crear nuestro hueco, generalmente, es más fácil pensar que si no lo tenemos, la culpa es del de enfrente, y no que no somos lo suficientemente talentosos como para conseguirlo".

Todas esas reflexiones tienen que ver con el argumento de Las furias -diosas mitológicas que vengan las injusticias cometidas en el seno familiar-, y que se estrena hoy en las salas de todo el país. Con guión del propio Del Arco, Las furias es una obra coral en la que brilla todo el reparto. Insuperables resultan las interpretaciones de Carmen Machi, Bárbara Lennie, Emma Suárez, Mercedes Sampietro, Macarena Sanz, Gonzalo de Castro, Pere Arquillué y Alberto San Juan. Para definirlos, el realizador recurre a María Calas: "Se puede ser soprano, mezzosoprano, y luego está la Calas. Pues estos actores tienen esa tesitura enorme que se sale de las teclas del piano. Y a mí sólo me queda decir "por dios, que tengas el talento mínimo para recoger con la cámara lo que acaba de pasar aquí".

Las furias presenta una historia en la que el rencor, los celos y el amor profundo que unen a los protagonistas saltan un día en pedazos cuando la madre (Sampietro) anuncia que piensa vender el palacete que ha acogido los veranos de la familia durante generaciones. En un solo fin de semana, los hermanos descubren secretos propios y ajenos mientras se acusan mutuamente de sus desdichas; el padre, al que todos sitúan en el origen de sus traumáticas relaciones, es un viejo sin memoria que, de cuando en cuando, revive parrafadas enteras de su pasado de actor de éxito.

"El personaje de Sacristán era complejísimo, está fundamentado en la mirada; es un hombre que ha sido brillante pero que ahora tiene Alzheimer. Le di el guión un día y al siguiente estaba dentro", cuenta al respecto Del Arco.

Gonzalo de Castro, que hace de hijo mayor, explica que su personaje es "un hombre herido, sin sombra, al que acompaña la muerte y cuyo único soporte es el amor infinito que siente por su mujer". En Las Furias hay, en su opinión, un mensaje crucial: "Y es que en la familia, aunque es un laboratorio donde hay de todo, lo único imprescindible es la comunicación, justo lo que aquí falta, que no hay ni comunicación, ni ternura ni empatía por el otro".

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