El universo naif e inquietante de 'Octava' llega a la Sala Rivadavia
La artista Agustina Núñez expone a partir de mañana sus acuarelas y grabados, una colección que se inspira en la ambivalencia de lo onírico y de los mitos infantiles
Siguiendo la línea de colaboración anual de la Fundación Provincial de Cultura con el consulado argentino, la Sala Rivadia inaugura este viernes la exposición Octava. Una muestra que se abrirá al público mañana viernes, coincidiendo con la fiesta nacional de la República Argentina.
"Algo que ha sido pura casualidad -comenta al respecto la diputada de Cultura, Pilar Pintor-. Lo destacable de esta iniciativa es que el consulado de Argentina y la Sala Rivadavia demuestran compartir no sólo espacio físico, sino también inquietudes culturales".
Una opinión que corroboró el cónsul de Argentina, Agustín Alberto Núñez, que definió esta línea de colaboración artística como un "ejemplo de las iniciativas que demuestran que juntas se puede sumar".
Así, si el año pasado la presencia argentina en la Sala Rivadavia estuvo protagonizada por el fotógrafo Arturo Aguiar, en esta ocasión son los trabajos -a la vez naif e inquientantes- de Agustina Nuñez los que toman el espacio. Octava es, en efecto, la octava exposición en solitario de la artista desde que comenzara su actividad como profesional en 2005.
Una colección en la que Nuñez intenta, en sus propias palabras, "reproducir esquemas del arte contemporáneo con los materiales más primarios posibles" y en la que las obras se dividen, por espacios, en grabados y acuarelas. Además, la artista plástica ha realizado sendos murales en las paredes del local.
Los trabajos expuestos en Octava se desarrollan en un código prácticamente monocromático a medio camino -como apuntan en la hoja informativa de la muestra- entre la "claridad quirúgica" de inquietantes experimentos en probeta y la realidad amenazante del "mundo infantil, donde lo onírico oscila entre lo cándido y la pesadilla".
Agustina Nuñez presenta en Octava un mundo de criaturas en transformación: animales, niños y seres bicéfalos conviven en un universo que bebe de las impresiones dejadas por las referencias a Lewis Carroll, las estampas y cromos de corte querubínico y lo inquientante lovecraftiano.
"Desde luego, los trabajos -comenta la autora- están influenciados por los cuentos infantiles en su crudeza original".
Octava podrá verse también en la galería Manolo Alés de La Línea, del 27 de julio al 25 de agosto.
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