Cultura

'La piel quemada' estudia el reflejo de la inmigración en el cine español

  • Su autor, Eduardo Moyano, presenta hoy el libro en el Centro Integral de la Mujer (Palillero)

El escritor y periodista cultural Eduardo Moyano pone de nuevo el dedo en la llaga de la emigración con un volumen literario en el que analiza más de doscientas películas dedicadas al tema, cuyo título, explicó a Efe, homenajea una de las mejores, La piel quemada de Josep María Forn. Moyano estará hoy en Alcances para presentar su libro. Será a las siete de la tarde en el Centro Integral de la Mujer, en El Palillero.

"El cine es el que permite recordar o estar pendiente de lo que se pierde entre las noticias y, de alguna manera, conciencia a la sociedad del problema de la inmigración; es verdad que cine es entretenimiento, pero también es dejar testimonio del tiempo en que vivimos", reflexiona el autor. La piel quemada (Ediciones de la Torre) se divide en cuatro epígrafes en los que Moyano aborda la emigración interior; el exilio; los exilios latinoamericanos; el 'sueño americano', Europa (que titula el 'otro sueño americano') y España desde distintos puntos de vista convertidos en películas, además de un último apartado donde aborda la trata de mujeres y los 'diamantes negros', el negocio del fútbol.

Explica el que fuera director de Radio Exterior los años previos al último Expediente de Regulación de Empleo de Radio Nacional de España por el que dejó su cargo en 2008, que ya cuando era redactor en la emisora, hace más de veinte años, sentía un vivo interés por la emigración. "Éramos la emisora de los emigrantes; de hecho, cuando venían a España venían a conocernos", recuerda el también editor del mítico programa cultural de la pública 'El ojo crítico'.

Pero a partir de los años 90, "todo aquello cambió y la inmigración que llegaba era rechazada sin que los españoles se acordaran de que también nosotros habíamos sido emigrantes". Hoy, afirma Moyano, "la prensa cuenta una información llamativa y unos días está entre nosotros, pero luego desaparece y apenas nos llegan datos de lo que les pasa a estas personas que han tenido que emprender una nueva vida a causa de la crisis, o la guerra". Ese hartazgo, esa insensibilidad, dice, coloca al cine el disparadero de recuperar la memoria, "de obligarnos a estar pendientes de lo que les pasa", aunque sea en tono de comedia o poniendo ante nuestros ojos bellas historias de amor, o de dolor.

Habla Moyano de películas como las recientes Hermosa juventud, de Jaime Rosales; 10.000 kilómetros, de Carles Marqués-Marcet, o Perdiendo el norte, de Nacho García Velilla, y de otras históricas o que pasaron desapercibidas, algunas, sumergidas en el olvido a que las sometía el franquismo, cuando "se negaba directamente" la emigración española.

El libro incluye textos y opiniones de cineastas como Josep María Forn y Daría Esteva, a quienes Moyano exprime en una larga entrevista, así como fragmentos de otras realizadas a directores como Icíar Bollaín, Roberto Bodegas, Carlos Iglesias, Enrique Gabriel, Felipe Vega o Llorenc Soler.

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