Con nombre propio
José María Otero
La Feria de la Tapa de Utrera, afia mObispo Urquinaona
José María Urquinaona y Bidot fue uno de los célebres miembros del Cabildo Catedral de Cádiz que a finales del siglo XIX dieron fama y prestigio a nuestra diócesis. Eran los tiempos de Arbolí, Herrero y Espinosa de los Monteros, Calvo y Valero y Rancés.
Urquinaona había nacido en la calle Santiago número 12, hijo del abogado y síndico del Ayuntamiento de Cádiz Manuel María de Urquinaona. Después de estudiar en el seminario de nuestra ciudad, fue enviado a El Puerto de Santa María como capellán de las monjas capuchinas y ecónomo de la Prioral.
Discípulo predilecto de Arbolí, éste lo nombró secretario de Cámara cuando fue designado obispo de Guadix. Cuando Arbolí fue nombrado para la diócesis de Cádiz también regresó Urquinaona.
Después de varios años como arcipreste, Urquinaona fue nombrado obispo de Canarias y secretario de los prelados españoles que asistieron en Roma a las sesiones del Concilio Vaticano I.
En 1878 el sacerdote gaditano fue elegido para ocupar la silla episcopal de Barcelona, donde desarrolló una infatigable labor en todos los órdenes, ya que también fue elegido senador.
Gracias a sus gestiones, el Papa León XIII declaró patrona de Cataluña a la Virgen de Montserrat.
En el Senado defendió vehementemente los intereses de los comerciantes catalanes, oponiéndose al Tratado comercial entre España y Francia. A su regreso a Barcelona fue recibido y aclamado por una multitud de personas.
Urquinaona visitaba Cádiz con frecuencia, ya que aquí tenía numerosa familia y era invitado a celebrar ceremonias y pronunciar discursos.
Falleció el 31 de marzo de 1883 y no pudo ser enterrado en la iglesia de la Merced, como así lo había dispuesto, debido a que olvidaron embalsamarlo.
No hay comentarios