1887 La multitud ocupa la calle del torero Frascuelo

En Madrid no se habla de otra cosa más que de la cogida de Salvador Sánchez Frascuelo.

El torero, que vestía de verde con golpes de oro, fue cogido cuando entraba a matar. Fue atendido por los profesores de servicio en la plaza. Tiene una herida en el vientre de ocho centímetros de longitud. Su estado es grave, pero no de peligro inminente. Fue trasladado en camilla a su domicilio rodeado de una imponente multitud.

El público hace guardia día y noche frente al domicilio del torero. Por la plaza de Santo Domingo, donde vive el torero, no se puede transitar. Los guardias impiden la entrada a su domicilio. La Reina Regente ha enviado varios mensajeros para preguntar por el estado del diestro. Los telegramas llegan por cientos hasta la vivienda.

Anoche, cierto caballero protestó por esta situación: "ni que fuera un príncipe". Fue contestado con rapidez: "no. Pero es el rey del toreo".