La espontaneidad del dibujo callejero, por Jonatan Alcina

Cuando el dibujante Jonatan Alcina Segura pasea por las encantadoras calles del centro gaditano y encuentra la inspiración se detiene para dibujarlas. Pueden pasar horas hasta que recrea lo que cada escena le sugiere en un dominguito de plaza, en un día de Carnaval en la calle de la Rosa, en el ajetreo de La Caleta, y del barrio de la Viña en general, musa de gran parte de su obra. Es la espontaneidad de la creación in situ, cuyos trabajos realizados tanto en Cádiz como en otros puntos de la Bahía ha recopilado en su libro Cádiz Urban Sketch, que esta tarde a als 19.30 horas se presenta en la Casa de la Juventud. "Cuando dibujo puedo pasar horas sentado en un escalón, haga frío, calor... es un proceso íntegramente realizado in situ, pues si me llevo trabajo a casa pierde la frescura de la atmósfera que estoy respirando", explica detalladamente el artista.

Sesenta dibujos a color integra esta obra de dibujo callejero o urban sketch, un trabajo "totalmente diferente a lo que hago para una exposición o un concurso, que son más elaborados".

Y es que el gaditano reconoce que en esta tesitura artística se deja llevar, reflejando íntegramente la escena que presencia, aunque algo depurada de factores o motivos que puedan molestar. "Intento dibujar la gente que hay, los coches, las macetas, los cables de la luz, aunque puedo obviar un andamio en un momento dado", reconoce.

Otro de los factores que colma de matices sus dibujos callejeros son las vivencias que obtiene en el proceso creativo. "De las personas que se acercan para charlar, los juegos de niños en la calle, charlas con personas sin techo que te muestran sus habilidades, las historias de los vecinos del barrio, extranjeros que te fotografían...", experiencias, en definitiva, integradas de una forma u otra en cada dibujo, cada escena urbana.

Para la puesta en marcha de este proyecto ha trabajado durante un año recorriendo las calles de la ciudad y la Bahía en distintas estaciones. "Llevo siempre mi estilógrafo y acuarelas en mi zurrón por si encuentro algo interesante que dibujar", en búsqueda de una "mayor credibilidad del dibujo, para lo que es imprescindible empaparse de la atmósfera. Como una especie de reportero gráfico de la ciudad", concluye.